Jung y el Ocultismo: Arquetipos, Sombra y Proceso de Individuación.
Constantemente, en las artes gráficas, la literatura, la mitología, la religión, la filosofía y muchos otros campos y actividades, solemos encontrarnos con modelos o patrones repetitivos y aunque tengan distintas caras, en caso de ser personas, o diferentes formas, si son objetos y se hallen en situaciones variadas, dan la impresión de representar las mismas ideas y conceptos, estos modelos se definen como arquetipos.
En la psicología analítica se cree que estas representaciones universales de personas, eventos o figuras desempeñan un papel principal en el comportamiento humano.
Este fue uno de los campos de estudio del psiquiatra, psicólogo y autor suizo Carl Gustav Jung, quien sugirió que los arquetipos eran formas arcaicas de un conocimiento humano innato transmitido desde nuestros antepasados.
Su trabajo pasó muchas veces desapercibido por considerarse que explicaba fenómenos sin una base lógica y, en otras ocasiones, por las polémicas y debates interminables que provocaba, son el tipo de ideas que se aceptan o se rechazan de inmediato, lo que quizá las hace tan interesantes.
Jung estableció una relación entre ciencia, psicología, religión, filosofía y doctrinas esotéricas como la alquimia, la astrología y el tarot cuya influencia, sobre todo en estos últimos ámbitos, sigue siendo perceptible ya que es una autoridad incuestinable para muchos ocultitas occidentales, por ejemplo, su idea de la interpretación psicológica profunda llevó a que la astrología occidental (la disciplina esotérica, no el horóscopo del periódico) se centrara menos en predecir el futuro y más en comprender procesos psíquicos individuales, es decir centró la mirada en el individuo y en su interioridad rompiendo lazos con cuestiones más mundanas de la astrología .
El propio Jung admitió que la astrología esotérica y el tarot influyeron decisivamente en su concepción de los arquetipos.
ANTECEDENTES DE JUNG
Más allá de lo académico, Jung provenía de una familia con vínculos con lo oculto, su abuelo, Carl Gustav Jung (cirujano y anatomista), fue Gran Maestre de la masonería suiza; circulaban rumores de que era hijo no reconocido de Goethe el gran escritor alemán de la ilustración y romanticismo miembro de los illuminati de Baviera, hecho que el mismo Jung relata, desde principios del siglo XX, Jung mantuvo contacto con teósofos, asistió a sesiones espiritistas y buscó armonizar lo espiritual y lo científico, adaptando conceptos esotéricos a la psicología, en ese momento se interesó en especialmente en la transición entre la psiquis individual y un sistema simbólico transpersonal, los arquetipos, su trabajo mistificó la psicología y, a la vez, psicologizó lo místico, desarrollando una perspectiva que hoy puede describirse como psicología, espiritualidad o incluso un campo común entre ambas.
Sus arquetipos guardan correspondencias casi exactas con el simbolismo de varias corrientes esotéricas, encontramos figuras como el padre, la madre, el joven, el héroe, el santo o el anciano, y eventos arquetípicos como el nacimiento, el viaje, la iniciación o la muerte, para Jung, los símbolos arquetípicos eran el lenguaje del inconsciente colectivo y en ellos se expresan los contenidos universales de la vivencia humana nacimiento, muerte, felicidad, sufrimiento a través de patrones interpretativos universales, por eso consideraba la historia de la cultura como una expresión atemporal de símbolos primordiales, inicialmente por medio del mito.
FORMAS DE MANIFESTARSE
También teorizo que estos símbolos universales del espacio y de tiempo pueden asumir distintas formas de manifestarse.
En su obra, Jung describe la imagen primordial o arquetipo como una figura, deidad, ser humano o proceso que se repite a lo largo de la historia y surge allí donde la fantasía creativa puede expresarse libremente, esencialmente es una figura mitológica, en cada arquetipo hay un fragmento de psicología y de destino humano, un remanente de las alegrías y tristezas repetidas innumerables veces en nuestra historia ancestral.
En su psicología los arquetipos representan patrones e imágenes universales del inconsciente colectivo que heredamos igual que ciertos comportamientos instintivos y que, aunque están presentes están consciente, mediante el uso de la voluntad y actividades específicas, uno puede descifrarlos para conocerse mejor, mejorar sus relaciones, alcanzar mayor autoconciencia y mejorar como individuo, de modo muy similar al trabajo alquímico.
INCONSCIENTE COLECTIVO
Aunque en un principio Jung fue seguidor de Freud, su relación terminó debido al excesivo énfasis freudiano en la sexualidad, Jung centró su interés en aspectos del inconsciente que no podían atribuirse al desarrollo personal individual, sino a estratos impersonales, más profundos, antiguos y comunes a toda la humanidad. Así descartó la idea de la tabula rasa, la idea de que la mente humana nace como una pizarra en blanco y postuló un inconsciente colectivo que alberga esos arquetipos ancestrales.
Jung creía que la mente humana conservaba aspectos fundamentales inconscientes y biológicos de nuestros antepasados, lo que le llevo a desarrollar su propio enfoque conocido como psicología analítica, aunque coincidía con Freud en que el inconsciente juega un papel importantísimo en la personalidad amplio su idea del inconsciente personal para incluir un factor al que llamo inconsciente colectivo, donde suponía que residían aquellos arquetipos ancestrales.
Por ello afirmaba que la psique humana estaba compuesta por tres componentes: el ego (mente consciente), el inconsciente personal (recuerdos, incluso reprimidos) y el inconsciente colectivo (herencia psicológica común donde residen los arquetipos), consideraba los arquetipos como innatos, universales y hereditarios, es decir no se aprenden, sino que funcionan para organizar todas las experiencias dentro de la existencia.
En su ensayo sobre la estructura de la psique escribió que todas las ideas más poderosas de la historia se remontan a los arquetipos, algo especialmente cierto en las religiosas, sin embargo, los conceptos centrales de la ciencia y filosofía no son una excepción a esta regla, en su forma actual son variantes de ideas arquetípicas creadas al aplicar y adaptar conscientemente estas ideas a la realidad, ya que la función de la conciencia no solo es reconocer y asimilar el mundo exterior a través de la puerta de entrada de los sentidos sino traducir en una realidad visible el mundo dentro de nosotros, es decir, para el, los personajes y eventos arcaicos y míticos que componen los arquetipos residen en todas las personas del mundo y simbolizan las motivaciones, valores y personalidades humanas básicas, aunque creía que cada arquetipo jugaba un papel en la personalidad, sentía que la mayoría de personas estaban dominadas por un arquetipo especifico, y la forma en la que se expresa o realiza un arquetipo especifico depende de varios factores, donde los principales eran las influencias culturales del individuo y las experiencias personales únicas.
4 ARQUETIPOS PRINCIPALES
Aunque creía que existían muchísimos arquetipos e incluso que su apreciación o identificación variaba dependiendo del individuo, pero señaló cuatro arquetipos principales de los cuales se derivarían los demás, la existencia de estos arquetipos no se puede apreciar directamente, pero se puede deducir observando su aparición en los entornos religiosos, el arte, la literatura y especialmente en los sueños, el mundo onírico, el cual es muy importante.
Los cuatro arquetipos principales descritos por Jung de los que derivan muchos otros, son; la persona, la sombra, el anima/animus y el ser.

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La persona; sería la forma en la que nos representamos al mundo, de hecho, esta palabra de deriva del término latino personare, que significa mascara, este arquetipo representa todas las diferentes mascaras sociales que usamos en distintos ambientes y situaciones, actúa para proteger al ego de lo negativo.
Según Jung este arquetipo aparece en los sueños y toma diferentes formas, pero siempre da la sensación de no ser quien parece, la persona se desarrolla como una máscara social para contener todos los impulsos y emociones primitivas que no se consideran socialmente aceptables o de los que el ego se avergüenza, este arquetipo permite a los individuos adaptarse y encajar con la sociedad, sin embargo identificarse demasiado con él puede llevar a las personas a perder de vista su verdadero yo e incluso alteraciones más graves.
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La sombra; fue el segundo arquetipo que designo, este existe en la mente inconsciente y está compuesto de ideas reprimidas y de cuestiones desagradables para el individuo, debilidades, deseos, instintos, defectos, experiencias traumáticas, etcétera, todo lo malo se guarda/esconde en la sombra.
Este arquetipo no solo contiene las cosas que son inaceptables para la sociedad sino también para los propios valores morales y éticos del individuo, incluye cosas como la envidia, el odio, los prejuicios, etcétera, Jung sugirió que la sombra puede aparecer en sueños y adoptar variedad de formas, puede aparecer como un monstruo, un demonio u algún otro personaje inquietante, este arquetipo a menudo se describe como el lado más oscuro de la psiquis, según Jung en mayor o menor medida la sombra está presente en todos los individuos, aunque las personas que niegan estos elementos en vez de resolverlos solo consiguen cargar y proyectar más a la sombra.
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El anima/animus; el anima es el arquetipo de lo femenino en la psique masculina y el animus el arquetipo de lo masculino en la psique femenina, estos formarían parte del verdadero yo en lugar de la imagen persona que se presenta a los demás y a su vez sería la principal fuente de comunicación con el inconsciente colectivo.
En general el psicoanálisis postula que los cambios fisiológicos y las influencias sociales contribuyen al desarrollo de los roles sexuales y las identidades de género, pero Jung sugirió que la influencia de los arquetipos anima/animus también estaban involucrados en ese proceso, decía que el animus representa el aspecto masculino en las mujeres mientras que el anima representa el aspecto femenino en los hombres, esto debido a que las imágenes arquetípicas se basan tanto en el inconsciente colectivo como en el personal.
Un ejemplo sería un varón, el inconsciente colectivo puede contener nociones sobre la naturaleza de las mujeres desde un punto de vista femenino ya que es colectivo, mientras que el inconsciente personal contiene imágenes experienciales propias sobre las mujeres que fueron recogidas desde un punto de vista masculino.
Además, afirmo que en muchas culturas se obliga socialmente a hombres y mujeres a adoptar roles de género demasiado tradicionales demasiado rígidos y que esta imposición de que los hombres no puede tener ningún aspecto femenino y de que las mujeres no pueden tener ningún aspecto masculino en realidad está hecho para limitar su desarrollo psicológico. (con aspectos masculinos se refiere a la fuerza, independencia, activo, etcétera, y con aspectos femeninos a la sensibilidad, contención, receptivo, etcétera)
También aseguro que el anima aparece como figuras femeninas en los sueños o las fantasías de los hombres y que de este arquetipo nacen otros secundarios como la diosa, la madre, etcétera y el animus aparece en los sueños de las mujeres, pero no siempre como hombres concretos sino muchas veces como figuras paternas, religiosas o idealizadas, donde es más lo que se percibe como masculino que se ve en forma de hombre y de este arquetipo surgen figuras como el padre, el héroe, etcétera.
El anima y el animus combinados se conocen como “sizigia”, la pareja divina o los amantes, sizigia representa la finalización de la dualidad, la unificación y la totalidad, por lo que puede considerarse análoga al Rebis alquímico.
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El ser: es un arquetipo que representa todo lo inconsciente unificado y la consciencia del individuo, Jung a menudo representaba el “Yo” como un círculo o un mándala con un punto en el centro, todo el círculo formaba el yo y el punto en el centro representaba el ego, decía que la creación del yo se produce a través de un proceso conocido como individuación, en el que se integran los diferentes aspectos de la personalidad.
Jung creía que la falta de armonía entre el inconsciente y el consciente conducía a problemas psicológicos, por lo tanto, llevar los conflictos inconscientes a la consciencia y acomodarlos era una de las partes más importantes del proceso de individuación, para el, el objetivo final era que un individuo logrará un sentido del “yo” cohesivo.
LOS 12 ARQUETIPOS DE JUNG
Jung sugirió que el número de arquetipos existentes no era estático o fijo, ya que muchos arquetipos diferentes pueden superponerse o combinarse dando lugar a otro arquetipo con un significado más complejo.
Aun cuando Jung identificó numerosos arquetipos, los más populares son los doce que hoy se utilizan para describir patrones de personalidad humana:
- El Inocente; sincero, optimista, soñador
- El Héroe; valiente, confiado
- El Hombre/Mujer corriente; sencillo, modesto, realista.
- El Protector; un escudo para sus seres queridos.
- El Creador; soñador, imaginativo
- El Explorador; ansia la aventura, las experiencias, la libertad.
- El Rebelde; independiente, radical.
- El Amante; buscador de placer y lo estético.
- El Mago; visionario, transformador.
- El líder; afecto al control, el orden y el poder.
- El Bufón; pícaro, carismático y reflexivo.
- El Sabio; busca conocimientos y transmite información.
Estos arquetipos fueron idealizados para representar patrones psicológicos de conductas humanas, es decir, modelos arquetípicos para clasificar a grandes rasgos la forma de procesar las emociones y la relación con los demás.
ARQUETIPOS ABSTRACTOS
Jung también identifico arquetipos abstractos/profundos más relacionados a lo intangible y a lo profundo que a los tipos de ego, y que por ello van más allá del campo puramente psicológico, apareciendo una y otra vez en los variados mitos y leyendas humanas de todas las culturas desde tiempos ancestrales, son muchos, pero algunos de los más importantes son
- El Padre; asociado con una figura de autoridad poderosa.
- La Madre; nutriendo, protegiendo, brindando, conteniendo.
- El Niño; el anhelo, la inocencia, el renacimiento.
- El Anciano; guía, conocimiento, sabiduría.
- La Doncella; inocencia, deseo, pureza.
- El Héroe: luchador, campeón, rescatador.
- El Embaucador; engañador, mentiroso, alborotador.
USO DE LOS ARQUETIPOS EN EL ESOTERISMO Y LA CIENCIA
La visión arquetípica de Jung ofreció a doctrinas esotéricas como el tarot, la astrología y la alquimia un instrumento valioso para enriquecer la interpretación simbólica.
Los doce principios de la tradición astrológica volvieron a proyectarse como fuerzas cósmicas primordiales que tenían su reflejo en el interior del ser humano, en el tarot, por ejemplo, la Luna se asocia a lo receptivo y femenino, el Sol a lo activo y masculino, Marte a lo dinámico y progresivo, y así sucesivamente.
En la ciencia académica, en cambio, las ideas de Jung no gozaron de la misma popularidad en la psicología moderna, posiblemente debido a que su trabajo tendía hacia lo místico y lo oculto, hoy a menudo sus ideas se estudian más como materia histórica, antropológica o en ámbitos literaria ríos y filosóficos, no obstante, sus arquetipos siguen siendo una aportación aplicada en la mitología, esencial para vincular la mitología de distintas civilizaciones con el mundo de las ideas y del comportamiento.