Ovejas eléctricas: Gustav Jung y Persona 5 


Persona es la versión jugable las teorías del filósofo y psicólogo suizo Carl Jung, en este video se desarrollan las ideas de Jung más que su adaptación en el videojuego. 

ARQUETIPOS Y EL SUBCONSCIENTE COLECTIVO 


Somos como el soñador que sueña y luego vive dentro del sueño ¿pero quién es el soñador? -Twin peaks 

SUEÑOS E INCONSCIENTE COLECTIVO 

Todo empieza con un sueño, con el poder de los sueños, con su capacidad de crear arquetipos mentales que nos unen a todos.  

En uno de mis sueños lúcidos llegué a un paraje infernal donde había un comedor en que todas las almas en pena parecían comer y comer, pero nunca satisfechas, como una versión invertida del castigo de Tántalo, llevado al otro extremo.  

Al despertar, un amigo entendido en simbología me dijo que la visión de mis pesadillas era exactamente igual a la narrada en un infierno tibetano. Y tras leer el Bardo Thödol, el libro tibetano de los muertos, llegué a la conclusión de que mi subconsciente compartía mitologías con una religión que nunca había investigado. ¿Cómo era eso posible? ¿Seré la reencarnación del Dalai Lama? ¿Acaso mis poderes y CCOO, OUT y CO, se habían accedido al infierno budista real a través de un sueño? No, no, ni mucho menos.  

El filósofo John Locke dijo que todo humano nacía como una pizarra en blanco, una tabula rasa a la que hacerle descubrir el mundo. Yo siempre dudé de esta idea y sus estudios antropológicos le convencieron de que todas las culturas demuestran tener conceptos estéticos y mitológicos comunes, con arquetipos que se reproducen una y otra vez a través de la historia y del espacio. Cualquiera de los grandes mitos encuentra su versión en otra cultura.  

La triple diosa, por ejemplo, es el concepto de tres mujeres poderosas: una representa a la virgen, otra representa a la madre y otra es la viuda. En la mitología griega las llaman las tres Moiras: la joven, Cloto, hila la hebra de la vida con una rueca y un huso; la madre, la que es y la que echa suertes, mide la longitud del hilo de la vida; y finalmente la viuda, Átropos, la inexorable, corta el hilo de la vida.  

Las mismas tríadas aparecen en muchas más mitologías. En el equivalente nórdico, por ejemplo, se llaman Nornas, y aunque hay algunas diferencias, la imagen arquetípica es la misma: la virgen, la madre y la viuda como signos arquetípicos del paso del tiempo y la feminidad, aunque con algunas diferencias simbólicas. El mismo trío aparece en la imaginería cristiana llorando bajo la cruz de Cristo: las tres Marías.  

LOS SUEÑOS Y LOS ARQUETIPOS 

Los sueños nos transmiten los símbolos que se convertirán en arquetipos, el tarot es uno de los ejemplos preferidos para entender que los arquetipos aparecen en todas las narrativas humanas, desde la mística hasta el cuento. Inspirado por la filosofía de Jung, Joseph Campbell escribió “El héroe de las mil caras”, que ha acabado como plantilla para las más exitosas historias del cine.  

Jung era consciente de que todas estas coincidencias entre diferentes tiempos y culturas no podían ser casualidad. Dice Alan Moore que las cartas del tarot tienen todos los símbolos necesarios para representar la condición humana, y no le falta razón. Incluso un repaso superficial por los arcanos mayores es capaz de revelar en nuestras más famosas historias arquetipos que nacen en lo que Jung llamaba el subconsciente colectivo.  

Poco hay más fascinante que descubrir que todos los relatos que nos han conmovido como humanidad representan unos símbolos primitivos y salvajemente humanos. Al final, Jung concluyó: la humanidad entera comparte unas bases comunes, una serie de arquetipos que se repiten una y otra vez en el subconsciente colectivo. Un sueño común entre todos nosotros, unidos por los símbolos esenciales de la condición humana, esa lucha por comprender el sentido del nacimiento y de la muerte.  

LA PERSONA Y SU SOMBRA 


Despierta. Estás en la realidad, en la vigilia, en sociedad, persona. Miras a tu alrededor: es un evento, sociedad, donde quieres quedar bien, donde debes proyectar lo mejor de ti. ¿Vas a mostrarte cómo eres realmente o cómo quieres ser percibido?  

La mejor manera de ocultar debilidades es ponerse una máscara. Así nadie podrá descubrir lo que arde debajo del traje. La máscara es la imagen que quieres enseñar a los demás. Es la fachada que te pones para protegerte del daño social que ser tú mismo causaría. Pero ten algo por seguro: no eres el único enmascarado. Cada cual tiene sus rarezas y padecimientos que ocultar. Todos llevamos máscaras, y todas estas máscaras se inspiran en arquetipos del subconsciente colectivo: el mayor intelectual, la madre que todo lo abarca, el padre severo, el bufón y el loco.  

Y a estas alturas adivinas cómo se dice “máscara” en latín. Sí, persona. Para y da un momento a pensar: ¿por qué la máscara ha venido a significar al individuo en nuestra lengua?  

LA PERSONA, EL EGO Y LA SOMBRA 

Detrás de la persona está el ego, el yo, esa criatura aterrorizada y oscura que teme la soledad como equivalencia de la muerte. La cruda realidad es enmascarada con tus complejos y dolores, con todas las dudas que no te atreves a confesar a casi nadie. Pero no acaba aquí. Más abajo aún, espera en las tinieblas la sombra.  

Para Jung, es el trauma, la vergüenza, aquella parte de nosotros que deseamos reprimir: deseos ocultos, odios, vergüenzas, perversiones, todas las cosas de las que nos avergonzamos. No todo vale en la sombra, y hay mucho que salvar. Por ejemplo, si tu persona se identifica con el arquetipo y el mito del hombre severo, en tu sombra encontrarás la misericordia que reprimes.  

INDIVIDUACIÓN 

Yo creía que la paz espiritual se encontraba en un complejo equilibrio, en la reintegración de la persona y la sombra, en el ego. La compleja respuesta a la antigua pregunta: ¿cuál es el mito que tú vives? Es lo que Jung llamaba individuación, una suerte de paz y equilibrio de la sombra y la máscara, entre lo material y lo espiritual y simbólico.  

SIMBOLOGIA 


La teoría de Jung es compleja, profunda y mucho más cercana a la mística que a la ciencia. Sin embargo, no carece de valor. Y Persona es prueba de ello. El lenguaje simbólico de la teoría junguiana es la columna vertebral de las historias más famosas de la humanidad, y tomarla como base para construir la narrativa de un videojuego es un gesto atrevido. Y aunque su forma no haya conectado conmigo, aprecio su contenido.  

Freud aspiró a hacer del psicoanálisis una ciencia. Jung, un desafío por un camino más cercano a la mística. Para Jung, la vida moderna había colapsado el espacio de la vida anímica, reduciendo a los obedientes productores incapaces de recordar sus sueños y, con ellos, ignorantes del inconsciente que nos domina en la sombra.  

DIMENSIÓN POLITICA 

El pensamiento de Jung tiene incluso una dimensión política. Y es que cuanto más nos alejamos del punto de la individuación, menos conscientes somos de nuestra sombra, más nos dejamos arrastrar por nuestra persona social, que en última instancia es más vulnerable a la demagogia totalitaria que nos impulsa a ser ovejas gregarias, prisioneras de nuestras máscaras.  

Por eso, toda historia profunda, toda lectura mágica, es una forma de acercarnos al pozo primordial de nuestros sueños, al terreno del subconsciente colectivo donde todos los seres humanos estamos unidos desde el cordón umbilical.  

Seguir soñando.