Antigua tradición secreta #4 – Las sectas gnósticas

GNOSTICISMO Y CRISTIANISMO


La primera escuela de pensamiento en crear un cisma en el cristianismo fue una colección de sectas conocidas bajo el nombre genérico de gnosticismo y que fue aparentemente donde se resguardó la antigua tradición secreta cuando el cristianismo comenzó a convertirse en una fe de masas.

Aunque no se sabe a ciencia cierta si originalmente fue una subdivisión del cristianismo, su verdadera forma primitiva o una corriente independiente que se vio muy influida por este, definitivamente el gnosticismo está muy relacionado al cristianismo temprano, si se sabe que en sus formas más puras, en sus inicios, el gnosticismo tuvo como objetivo complementar a la fe cristiana, mediante el supuesto conocimiento de verdades eternas secretas, dándole un significado más amplio y ocultista, vinculándolo más directamente con la tradición secreta.

ORIGEN COMUN EN LA TRADICIÓN SECRETA


La creencia de que la divinidad se podía haber manifestado de una u otra forma en las instituciones religiosas de todas las naciones, condujo a la concepción de un tipo de religión universal, que contenían los elementos divinos de todas, pero sincretizados en la estructura de la tradición secreta, los especialistas indican a Siria y Palestina como su cuna y Alejandría como el centro donde se perfeccionaría y esparciría, como también donde más sería influenciado en su momento por el cristianismo, esta influencia fue predominantemente hebrea ya que en aquellos momentos la gran mayoría de los cristianos eran de origen judío.

Se dice que Filo y Aristóbulo, los principales filósofos judíos de Alejandría colaboraron en adornarlo con elementos de otros sistemas, las corrientes del misticismo judío estaban formadas de la misma manera por elementos heterogéneos y encontrando aqui los sistemas más análogos al gnosticismo.

Los cabalistas por su parte siempre aseguran que la cábala es mucho más antigua que el gnosticismo, Jean-Marie Ragon por ejemplo, un autor masónico del siglo XIX decía que la cábala es la clave de todas las ciencias ocultas y que los gnósticos nacieron de los cabalistas, aunque los historiadores modelo datan la publicación del Zohar por Moisés de león en el siglo XIII o a la renovación luriana en el siglo XVI.

En la enciclopedia judía todo se vuelve todavía más confuso ya que mientras se niega la certeza de una conexión entre gnosticismo y cábala se dice que la cábala es más antigua que el gnosticismo, el cual probablemente descienda de esta, aunque se sabe que todas estas corrientes en su seno albergan a la tradición secreta que es mucho más antigua que cualquiera de ellas y directa o indirectamente todas descienden de ésta.

Fue la Alejandría del siglo I o quizás un poco antes con su extraña mezcla de culturas egipcia, griega, caldeo-persa y judía la que proporcionó la base y la semilla para la filosofía mística y como Alejandría fue en ese mismo período hogar del gnosticismo, el hermetismo, la alquimia primitiva y el misticismo judío es que la conexión entre todos estos elementos es tan evidente, la tradición secreta es la columna vertebral de todos.

El erudito francés M. Matter en su libro “Saint Martín el filósofo desconocido” indicó que podría ser correcto decir que el gnosticismo no fue una deserción del cristianismo sino una combinación de sistemas en los que se introdujeron algunos elementos cristianos y que el propósito del gnosticismo no fue cristianizar el misticismo, sino mistificar el cristianismo, mezclando sus enseñanzas con la teosofía e incluso la magia, en este punto Matter obvia comentar la inmensa influencia del neopitagorismo y el neoplatonismo, ya que son fácilmente reconocibles en las sectas gnósticas y que en aquellos años estas corrientes tenían gran influencia en Alejandría.

En este libro también se cita la opinión de que la doctrina central del gnosticismo, no era otra cosa que el intento de liberar el alma y unirla con dios, pero también de como esto al parecer debía llevarse a cabo a través del empleo de misterios, encantamientos, nombres de ángeles, etcétera, es decir magia, es decir la tradición secreta y es en esta fase donde mejor se aprecia la diferencia entre el gnosticismo y el cristianismo o por lo menos como lo conocemos hoy en día.

FUNDADOR DEL GNOSTICISMO


Generalmente el hombre reconocido como el fundador del gnosticismo o por lo menos el primer líder gnóstico conocido fue Simón el mago, quien no sólo era un místico, sino que también aseguraba ser un mago y que, con un grupo de seguidores, incluyendo a su maestro Dositeo de Samaria y sus discípulos Menandro y Serinto el edionita, instituyó un sacerdocio de los misterios y desarrolló prácticas ocultistas como la magia y los exorcismos.

Fue éste Simón, de quien leemos en los hechos de los apóstoles que ejercía la magia en la ciudad asombrando a la gente de Samaria y pretendiendo ser un gran personaje y todos desde el mayor hasta el menor, lo atendían diciendo “este es al que se llama el gran poder de dios”, le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas y trató de comprar a los apóstoles el poder de la imposición de manos con dinero.

Se suele decir que simón enloquecido por sus encantamientos y éxtasis desarrolló la megalomanía de una manera aguda, adjudicándose honores divinos y aspirando a la adoración de todo el mundo, según textos apócrifos contemporáneos entre ellos los hechos de pedro, finalmente se convirtió en el hechicero de Nerón y terminó su vida en roma.

SOFITAS Y CAINITAS Y LA MAGIA


La presencia de la magia y el misticismo en relación con el gnosticismo y el cristianismo fue una constante durante el primer siglo de la era cristiana y se muestra muy bien en otros pasajes de los hechos de los apóstoles, por ejemplo, se menciona que en Pafos una ciudad de la costa oeste de Chipre, había un falso profeta, un judío llamado Elimas Barjesus “Elimas el hijo de Jesús” también conocido como Elimas el mago, que se opuso a la evangelización que estaba realizando San Pablo, por lo que el apóstol lo miró fijamente y le dijo “tú hijo del diablo, lleno de toda clase de engaño y fraude y enemigo de todo lo bueno, nunca dejarás de distorsionar los caminos verdaderos del señor”, luego de lo cual Elimas quedó ciego, surgiendo la pregunta de quién era este mago.

Según Eliphas Levi, algunas de las muchas sectas gnósticas introdujeron en sus ritos la profanación de los misterios cristianos, que iba a formar base de la magia negra en la edad media y que por cierto suena bastante parecido a lo que es el sabateismo, es decir, la glorificación del mal la inversión de ciertos conceptos y liturgias religiosas y que jugaría un papel muy importante en algunas corrientes posteriores y que constituyó por ejemplo parte del credo de los sofistas, que adoraban a la serpiente porque se había rebelado contra jehová, a quien se referían bajo el término cabalístico de demiurgo y aún más en los cainitas llamados así por su culto a Caín, a quien junto con los habitantes de Sodoma y Gomorra y judas iscariote consideraban como víctimas, animados por el odio a todo orden social y moral los cainitas llamaban a todos los hombres a destruir las obras de dios y acometer todo tipo de infamias, por lo tanto, podemos reconocer, al menos en parte, en la figura del rebelde y del adversario, cierta sintonía con algunos aspectos filosóficos de luciferismo.

Estas sectas no sólo estaban en disidencia con el cristianismo sino también con el judaísmo ortodoxo, ya que era contra él jehová de los judíos que su desaprobación estaba particularmente dirigida.

CARPOCRACIANOS Y LA DEIFICACIÓN DEL HOMBRE


Otra secta gnóstica, los carpocracianos, seguidores de Carpocrates de Alejandría y su hijo Epifano, también consideraron con desprecio todas las leyes cristianas y judías mosaicas, reconocieron sólo la gnosis, el conocimiento dado a los grandes hombres de toda nación, Platón, Pitágoras, Moisés y Cristo, que según su credo liberaba a los hombres como no podía ninguna religión y los hacía iguales a dios, su doctrina era una mezcla de cristianismo místico y neoplatonismo.

Estos carpocracianos del siglo II encontramos la tendencia hacia la deificación de la humanidad, que forma parte de las doctrinas principales en muchas sociedades secretas y en algunas de estas sectas gnósticas, aunque no en todas, comienza una rivalidad entre dos principios, la concepción religiosa tradicional, del hombre que llega desde dios y la concepción gnóstica del hombre como dios, sin necesidad de una revelación divina y sin más guía que la ley de su propia naturaleza, dado que esa naturaleza es en sí misma divina, todo lo que brota de ella es ideal, lo bueno pero también lo malo, la creación es correcta, pero la destrucción también se considera un proceso creativo y los actos hasta ese momento considerados como pecados no debían ser más condenados.

En esta línea de razonamiento Epifofano sostuvo que como la propia naturaleza supuestamente revela el principio de la comunidad y la unidad de todas las cosas, las leyes humanas contrarias a esta ley de la naturaleza en realidad son infracciones y culpables de un orden ilegítimo de las cosas, antes de que estas leyes se impusieran a la humanidad todos los bienes eran comunes.

Según algunos contemporáneos los carpo carpocracianos regresaron a este sistema primitivo, instituyendo que todo en su comunidad debía compartirse bienes, propiedades y hasta parejas.

ANTITACTOS CONTRA EL RESTO DE RELIGIONES


Otra secta gnóstica, los antitactos, siguiendo este mismo o culto a la naturaleza humana, emprendieron una revuelta contra todas las religiones y leyes establecidas, proclamando la necesidad de satisfacer la carne, añadían que los mandamientos de la ley estaban basados sobre principios erróneos y mentirosos, por lo cual era una obligación quebrantarlos, decían que la manera de hacerse agradables a los ojos de dios, era violando los mandamientos, es decir haciendo lo inverso, nuevamente un concepto tan cercano al sabateismo, estos sectarios fueron los precursores de los maniqueos.

ADAMITAS Y LA NATURALEZA HUMANA ORIGINAL


Los adamitas, en el norte de áfrica, fueron un paso más allá en el regreso a la naturaleza, se quitaban toda la ropa en sus servicios religiosos para representar la inocencia primitiva del jardín del edén, un precedente seguido por los admitas alemanes del siglo XV, al respecto de esto Eliphas Levi escribió; “estos gnósticos bajo el pretexto de espiritualizar la materia, materializaron el espíritu de las maneras más repugnantes, rebeldes al orden jerárquico deseaban sustituir la sobriedad cristiana y la obediencia a las leyes, por la licencia mística de las pasiones sensuales, enemigos de la familia querían producir esterilidad aumentando el libertinaje”

GNOSTICOS Y LOS EVANGELIOS


Una costumbre repetitiva entre las sectas gnósticas era afirmar que poseían las verdaderas versiones de los evangelios, profesando creer en ellos y pasando de todos los demás textos sagrados, así, por ejemplo, los ebionitas tenían su propia versión del evangelio de san mateo, basada en el evangelio de los hebreos, conocido anteriormente por los cristianos judíos,

Los marcosianos, seguidores de marcos el mago, un discípulo de Valentín el gnóstico, tenían su versión de san lucas, los cainitas su propio evangelio de judas y los valentinianos, los seguidores de Valentín el gnóstico su propio evangelio de san juan, este último es uno de los más usados por las sectas gnósticas venideras y hasta el neo gnosticismo moderno, ya que Valentín el gnóstico fue un personaje muy importante e influyente.

Muchos especialistas aseguran que este espíritu de transformación de los textos sagrados y de la inversión de los dogmas, probablemente no era nada nuevo ya que las referencias más antiguas, que se citan al respecto, se encuentran en Isaías 5:20 donde el profeta, muchos siglos antes de esto, denuncia con estas palabras “hay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas y que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo”

En definitiva, el objetivo de los gnósticos fue formar un sistema uniendo a las personas en sectas, que según ellos trabajaban en busca de la iluminación y cuyas formas, generalmente diferían bastante de los estándares religiosos y morales de su época y que sentaría precedentes importantísimos en todo lo referente a la historia de las sociedades secretas, si las propias sectas gnósticas pueden ser consideradas como sociedades secretas per se o más bien como una ramificación de las sociedades secretas de la antigüedad, está abierto a debate.

GNOSTICOS INICIATICOS


El profesor Matters citando a varios escritores del siglo III señala que es seguro que estas sectas tenían sus misterios e iniciaciones ya que los padres de la iglesia primitiva afirmaron que ese era el caso, uno de ellos, Tertuliano en el siglo II escribió “la secta de los valentinianos continuó o más bien pervirtió y de formó los nobles misterios eleusinos griegos, de los cuales hicieron un santuario de la prostitución”

sin embargo, se sabe que los valentinanos tuvieron quizás el sistema más complejo dentro de esas sectas y también uno de los que más difería del cristianismo de la época ya que incluía sin ningún tipo de adaptación, algunos de los conceptos más puros de la tradición secreta, tales como el pleroma, Sophia, los eones, el antropos, y muchos más, también se dice que poseían doctrinas secretas conocidas por apenas 1 de entre cada 1.000 de la secta.

Varias sectas gnósticas profesaron poseer por medio de la tradición, una doctrina secreta muy superior a la contenida en los escritos públicos de los apóstoles, una doctrina que sólo se comunicaba oralmente entre un maestro y un discípulo, apoyada para su estudio comprensión y memorización en emblemas y símbolos, como por ejemplo, el diagrama de los sofistas.

Esta reivindicación de la posesión del conocimiento de la tradición secreta, ya sea conocida bajo el nombre de gnosis o como las herramientas para llegar a esta, confirma la concepción de los gnósticos como místicos ocultistas y muestra lo lejos que se encontraban en realidad del cristianismo o en todo caso del cristianismo como lo conocemos hoy en día, ya que pudiendo desconsiderar como iniciados en los misterios seguramente no eran ajenos a uno de los conceptos más básicos de las sociedades secretas, una doctrina para los ignorantes y otra para los iniciados.