En el libro “las enseñanzas secretas” de Manly Palmer Hall, se presenta una lamina pensada para la contemplación y familiarización con los principios de la alquimia medieval, llamada gran formula alquímica medieval rosacruz.
Lamina de la gran formula alquímica:
SECCION SUPERIOR:
- En el cielo, rodeado por una aureola y jerarquías de ángeles están los símbolos de la trinidad, el padre, el codero como el hijo y la paloma como el espíritu santo.
- La divinidad esta separa de la creación inferior por una línea roja y una rueda de estrellas en la que se ve un cuervo simbolizando a Saturno, un cisne a Júpiter, un gallo a Marte, un pelicano a venus y el fénix a Mercurio.
Círculos
- La mitad superior del circulo presenta el zodiaco.
- En el circulo verde interno se puede leer año solar, año estelar y año de los vientos.
- En el círculo amarillo Mercurio de los sabios, mercurio corpóreo y Mercurio visible.
- En el naranja azufre combustible, azufre fijo y azufre volátil.
- En el rojo sal elemental, sal terrena y sal central.
- El circulo violeta dice “cuatro tipos de fuego son necesarios para el trabajo”
- En la esfera central se encuentra un triangulo blanco que contiene la figura del mercurio solar rodeado por los símbolos de mente, espíritu y cuerpo.
SECCIÓN INFERIOR
- En la base hay una colina con arboles, cada uno con el símbolo de una sustancia alquímica, es el idioma de la naturaleza.
- A la derecha representado por una escena nocturna esta el mundo ctonico, bajo las alas del águila están la tierra y el agua.
- A la izquierda representado por una escena diurna esta el mundo celestial, bajo las alas del fénix están el fuego y el aire.
- las figuras masculinas y femeninas están atadas al mundo superior por una soga de oro, y llevan sobre sus cuerpos los símbolos de las fuerzas creadoras, representando los principios divinos y humanos de cada criatura.
- El espíritu y la voluntad están representados por un león, el alma y la intuición por un ciervo con doce estrellas en los cuernos y un trébol que simboliza la triple división de todas las cosas naturales.
- En el centro esta la figura del equilibrio filosófico y la realización de la obra, el león doble señala la necesidad de la unión final entre todos los opuestos, que la luz y la oscuridad son dos cuerpos con una sola cabeza, sobre esta reconciliación de elementos se encuentra el filosofo alquímico, las estrellas en su túnica revelan la naturaleza luminosa de lo que ha sido purificado y regenerado, con las hachas que representan el intelecto ahora despierto, destruye la ilusión de luz y oscuridad uniendo las partes dispersas del cosmos.
ANIMA MUNDI
Varios sistemas esotéricos y filosóficos comparten el concepto de anima mundi, una fuerza o principio vital que impregna todo lo que existe y conecta a todos los seres vivos, el anima mundi es al mundo, a lo que existe, lo que el alma o mente al cuerpo humano.
Esto viene de la creencia en una construcción dimensional triple, el misterio del número tres, tres planos universales donde el termino alma del mundo puede ser homologado, aunque en distinta jerarquía, con el alma individual humana.
En esta idea los seres humanos se encuentran signados por la división cuerpo, alma y espíritu y cuyo equivalente en un mundo superior es mundo, anima mundi y dios, si micro cósmicamente el alma humana es el nexo entre el cuerpo y el espíritu, por lo que macrocosmicamente el anima mundi, la naturaleza es la madre que intercede entre el hijo y el padre, entre los seres vivos y dios.
Este principio vital a sido conectada con la fertilidad y los elementos ctonicos como la tierra, el mar y el inframundo, muchas culturas han representado este principio como la reina de la noche, la diosa lunar que deberá reinar hasta la llegada de aurora.
ARBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y EL MAL
El tratado “Studium universale” de Valentin Weigel, presenta un grabado conocido el árbol del conocimiento del bien y del mal, este tiene raíces tanto en el reino de la luz como en el reino de las tinieblas.
La mano divina que aparece desde las nubes es la que divide al árbol en dos polaridades, una mitad da frutos dorados y la otra, frutos materiales, de cada lado aparecen tres manos que aparecen desde el mundo terrenal, cuya frontera final es la esfera del zodiaco, para traer esos frutos al mundo material.
Weigel trata de resolver el problema de la dualidad viendo al mundo, y, de hecho, a todo lo que existe como un campo de batalla entre opuestos, el mensaje de la ilustración es que arrancar únicamente un tipo de fruto solo equivale a un estudio particular, estudio que produce piezas del rompecabezas de la vida, pero no las une.
El verdadero objetivo debe ser participar en un estudio universal, tal como indica el título del libro, un conocimiento que conduzca a la compresión integral de la experiencia humana, este está simbolizado en el ojo de la sabiduría interior que nos mira desde el lugar exacto en que convergen las tres esferas.
LAMENTO DE LA NATURALEZA AL ALQUIMISTA ERRANTE
En el cuadro de 1516, “queja de la naturaleza al alquimista errante” del pintor francés Jean Perreal, se puede ver a la naturaleza representada como una figura alada con una corona con los símbolos alquímicos de los planetas, está sentada sobre el árbol de lo vida, mientras, el alquimista la observa y la estudia con detenimiento, se puede ver el fuego ardiendo en la base del tronco, las tres raíces representan los tres reinos de la naturaleza, mineral, vegetal y animal, el árbol tiene dos troncos principales que se unen en diversos cruces, reinos y capas de la realidad, estos forman siete hueco que representan los desafíos de cada metal o planeta, tras sortearlos se llega a una unión final, sobre la cual nace una flor que sostiene un matraz con tintado de rojo, la hija del fuego.
La gran obra de la naturaleza contrasta con la lucha física del alquimista en su torre a la derecha, en el umbral están las palabras “Opus Mecanicae” indicando que su lucha con los metales, los matraces y los tornos se encuentran en un nivel mecánico externo, limitado y material, el alquimista se obsesiona con las fórmulas y el trabajo de laboratorio en vez de observar y aprender de la naturaleza, el único maestro de la obra es el fuego, por ello la naturaleza le reprocha lo que se lee en el pie del cuadro “tu derrites metales, rompes vasijas y construyes hornos, en verdad me avergüenzo de tu locura”
LA GRAN OBRA
En el frontispicio de “el triunfo hermético” hay un grabado alegórico que hace referencia a la gran obra, en su base hay una frase en latín que dice “en las cavernas de los metales se oculta la piedra que es venerable, así nos da la idea de que la materia prima se encuentra oculta en una mina, similar a un metal en estado bruto, sin procesar.
Dentro de la sección inferior se observa el fuego primordial, el único maestro de la obra, que oculto en una caverna da la sensación de un fuego interior, de la tierra surgen dos manantiales que convergen hacia la operación principal ascendente y que hacen referencia a los influjos de las energías polares opuestas en el proceso, estas energías son unidas y transformadas, el fuego dentro del matraz simboliza al azufre, principio vital, el filósofo alcanza el fin de la primera fase y la primera corona.
Del matraz surge un caduceo, en el cual, los padres de la piedra, el sol y la luna proyectan sus rayos, el filósofo organiza con la naturaleza dual de las cosas y se manifiesta el mercurio filosófico, este éxito se representa con dos coronas, sobre las cuales hay in gran símbolo del azufre filosófico y desde dentro de este surge un fénix, que simboliza la piedra filosofal y a la regeneración del alma, esta fase es señalada con una triple corona simbolizando el logro del triple magisterio, la obra del que es tres veces grande.
En el grabado alquímico “Auri potabilis chimice preparati” de 1652, lo primero que se nota es una división entre el mundo celestial y terrenal, en el mundo celestial destaca en la parte superior la trinidad, el tetragrámaton, el codero y la paloma, de los rayos de luz que emite la trinidad surge él mándala que ocupa el centro del cielo, dos ángeles sostienen un pergamino que dice “todo es del uno, todo en el uno y todo es por el uno”
En las esferas más exteriores está el zodiaco y bajo este los siete planetas, los rayos de influencia tocan la tierra y reflejan la esencia de estas fuerzas espirituales en los frutos del árbol y en la naturaleza física.
En el circulo central del mándala, dentro de un doble ouroboros hay cuatro esferas que reflejan las triplicidades misteriosas de los cuatro elementos, de afuera para dentro dicen, “año de los vientos, año solar, año estelar”, “mercurio filosófico, mercurio corporal, mercurio vulgar”,” azufre fijo, azufre etéreo, azufre combustible” y “sal central, sal de los elementos, sal terrenal”
En la última esfera dice, “se están revelando los cuatro incendios relacionados con la obra” y luego como clave final se puede ver un hexagrama con el símbolo de mercurio.
Por fuera del mándala aparece el cielo de las estrellas físicas que divide a este reino espiritual de las fuerza y principios físicos y naturales del reino terrenal inferior.
En el mundo terral aparece una figura femenina al pie del árbol de la vida diciendo “el sabio se rige por las estrellas” mientras que el texto sobre el cetro indica “lo que esta abajo debe ser como lo que está arriba” en la otra mano sostiene un libro titulado “sabiduría”
