El Viaje del Héroe - Una Obra Alquímica
El héroe de las mil caras es una obra de Joseph Campbell, uno de los mitógrafos más conocidos del siglo XX, profesor universitario que examino cientos de mitos y leyendas, desde la cultura griega hasta la inca, pasando por las sagas islandesas, las epopeyas de la india y varias más, buscando en ellas los puntos comunes entre todas estas historias, desde un punto de vista antropológico y psicológico centrándose en su estructura arquetípica, “el viaje del héroe” al que denomino académicamente como “monomio, en su análisis encontró patrones muy claros que se repetían en todas, por lo que lo ordeno y clasifico en su libro.
El libro contiene una segunda lectura que va mucho más allá del estudio académico de la mitología, quizás más cercano al campo de la psicología e indudablemente de lo metafísico.
Entender las ideas que encierra el viaje del héroe es algo personal, pues cada individuo interpreta el mito según su propósito y circunstancias y es por ello que el heroe tiene mil caras.
IMPORTANCIA DE SU OBRA
La gran obra de Campbell fue reunir las ideas de los mitos antiguos, reconocerlas, articularlas y, sobre todo, interpretarlas, con ello descubrió que los mitos clásicos de la humanidad son básicamente la misma historia, solo que recreada en infinitas variaciones, que todas las grandes narraciones, conscientemente o no, siguen la mayoría de los patrones de un mito clásico arquetípico, y que todas las historias, o por lo menos las bien contadas, pueden analizarse en los términos del mito del héroe o la heroína.
Esto lo impulsó a buscar cuál era el significado secreto detrás de los patrones de conexión entre las distintas leyendas mitológicas, Hércules, Gilgamesh, Electra, Prometeo, Atenea, Viracocha, Beowulf, Perseo, Semiramis, Quetzalcóatl, Indra… y la lista de héroes y deidades que cursaron periplos similares no tiene fin.
INFLUENCIAS DE CAMPBELL
El trabajo de Campbell estuvo muy influido por la obra de Friedrich Nietzsche y de Carl Jung, si una de las columnas de su trabajo fueron los mitos en sí, la otra fue la interpretación filosófica y psicológica de estos y por eso se aferra al concepto de Carl Jung de los arquetipos, identificándolos con los personajes que se repiten en los mitos de distintas culturas, figuras arquetípicas que impregnan de una manera misteriosa el inconsciente colectivo humano.
Simplificando se puede decir que Jung creía que los arquetipos son reflejos de distintos aspectos de la psique, y que nuestras mentes utilizan estas figuras para representar distintos elementos de la existencia humana.
Los personajes que se repiten en las distintas versiones del mito del héroe: la figura protagonista, el anciano, la némesis sombría, la aparición femenina, la aparición masculina, etc., son idénticos a los arquetipos de la psique humana, que pueden apreciarse, por ejemplo, en los sueños, que son tan fácticos como cualquier otra cosa.
Es por eso que los mitos y las historias construidas sobre este modelo clásico siempre tienen un gran peso psicológico y son tan cercanas, al tener una recepción simpática en el inconsciente, es decir, funcionan con la misma mecánica que los símbolos, que transportan algunos elementos que penetran al inconsciente sin ser filtrados completamente por el yo consciente.
Es por eso que, según la teoría de Campbell, estas historias responderían armónicamente a ciertos mecanismos de la mente humana. Sobre esto escribe lo siguiente:
“Los mitos son mapas de la mente, psicológicamente válidos y realistas, aunque estén vestidos de eventos fantásticos o irreales. Son sublimaciones, metáforas de algo más.”
Así, Campbell define el modelo mitológico como una expresión simbólica del inconsciente colectivo, adjudicando a esto su persistencia desde tiempos remotos y el porqué de ese extraño atractivo de las leyendas mitológicas. Dice que brotan de la fuente universal en el inconsciente colectivo o, simplificando, porque reflejan cuestiones universales, por ejemplo, en los mitos clásicos, sus protagonistas siempre encuentran las respuestas a preguntas universales como: ¿quién soy? o ¿cuál es mi camino?
Esta esla importancia del camino del héroe, ya que muchos consideran que las ideas del libro de Campbell se pueden aplicar para comprender cualquier problema humano y que son una guía muy útil para la vida y para cambiar de la pasividad a la proactividad, permitiendo a las personas identificar en qué etapa del viaje se encuentran y así visualizar cuáles son sus circunstancias y cómo continuar su aventura.
ELEMENTOS CLAVE DEL MONOMITO
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El héroe o la heroína arquetípicos: en los mitos clásicos los héroes son personas que usan su voluntad y sus atributos para mejorarse y mejorar a su comunidad, en términos generales, nos encontramos con un héroe que sale de su zona de confort para enfrentar una serie de desafíos, y a menudo pagando un gran costo personal, esta persona casi siempre regresa para compartir la recompensa de su gesta con otros. En consecuencia, el héroe está directamente emparentado con la idea del sacrificio personal.
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El monstruo, el enemigo, la némesis, el dragón a ser vencido: En la mitología occidental, los dragones son a menudo símbolos arquetípicos en los que se destaca la codicia y el deseo de poder, Campbell subraya que generalmente se los describe acumulando oro y poder, que son signos de deseo material y que, por lo tanto, un dragón es a menudo un símbolo de algún tipo de injusticia sistémica exterior o de un conflicto interior, matar al dragón, vencer al monstruo, es entonces un desafío ineludible que el héroe debe superar.
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“El reino de lo desconocido” o “el desierto simbólico”: La sociedad dice Campbell está organizada y ordenada, lo cual es comprensible y necesario para la vida en sociedad, pero todas las acciones tienen consecuencias y aunque los humanos tienen una enorme cantidad de potencial, su sociedad los moldea, pero con el efecto colateral de poner restricciones a algunos aspectos de su naturaleza, por lo tanto, el héroe debe viajar al desierto simbólico para desarrollar su potencial, ese dominio secreto es equivalente a lo que Carl Jung llamó la integración del lado oscuro de uno, de la sombra.
De hecho, Campbell hace un guiño a la teoría de Jung, observando que un héroe a menudo debe aprender verdades desagradables de su propia naturaleza, conocer sus debilidades le permite saber con cuál batalla puede lidiar y con cuál no, y cuál es la fórmula que más le favorece según sus herramientas para superar sus desafíos y por eso no puede ganar la pelea final sin antes haber sido vencido en alguna ocasión.
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La unión de los opuestos: el matrimonio alquímico, este símbolo es a menudo el objetivo final o la línea de llegada de la aventura del héroe, el fin de la dualidad se observa en el libro desde la óptica psicológica de Carl Jung, es decir, como un símbolo de la resolución del conflicto y de los traumas.
ETAPAS DEL VIAJE
Campbell organiza el viaje dividiéndolo en tres partes, la partida, la iniciación y el regreso.
- Partida: representa la inocencia del jardín y la llamada.
- Iniciación: donde tienen lugar el exilio y las pruebas en el desierto simbólico.
- Regreso:** la vuelta a la comunidad como un individuo renacido y reformulado.

En el viaje, el héroe o la heroína deben cruzar el umbral hacia un territorio inhóspito, encontrar a los aliados adecuados, enfrentar y vencer a los monstruos o dragones, vencer es transformar, Por ejemplo: - Perseo derrota a Medusa y la transforma en la égida que luce Atenea en su pecho. - Hércules vence al león de Nemea y transforma su piel en una armadura. - Apolo derrota a Pitón y lo transforma en una grieta de donde surge la inspiración de las pitonisas.
FASES DE CADA ETAPA
A su vez, cada una de las tres etapas del viaje incluye varias fases:
Primera parte: La partida
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La llamada a la aventura: puede comenzar de varias maneras, a veces hasta por error, la posibilidad de una vida ordinaria desaparece por algún motivo y el héroe o la heroína reciben una llamada hacia lo desconocido, psicológicamente suele interpretarse como que los viejos conceptos, ideales o patrones ya no encajan, el héroe va a cambiar.
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El rechazo de la llamada: representa el deseo de no renunciar a lo que se considera establecido y a la zona de confort, el héroe tiene miedo tanto a perder lo conocido como a volver derrotado.
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La ayuda sobrenatural: para aquellos que han aceptado la llamada, claro, el primer encuentro del viaje es con una figura protectora, un mentor, un aliado que proporciona herramientas para los desafíos que están por venir, estos maestros o ayudantes a menudo representan aspectos inconscientes del héroe, atributos que, ante la falta de necesidad, el héroe no sabe que posee.
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El cruce del primer umbral: el héroe avanza hasta llegar al guardián del umbral, que protege la entrada al reino de lo desconocido, al desierto simbólico, un terreno peligroso donde habitan amenazas que reflejan los terrores más profundos del inconsciente.
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El vientre de la ballena: el héroe es tragado hacia lo desconocido luego del cruce del primer umbral, esto es una metáfora, puede ser tragado por una ballena, pasajero en una nave, o simplemente penetrar en el interior de un templo, pero cuando el héroe cruza ese pasaje, en lugar de pasar hacia afuera, el héroe está pasando hacia adentro.
Segunda parte: La iniciación
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Las pruebas: después de haber atravesado el umbral, el héroe o la heroína debe sobrevivir a una sucesión de pruebas, a veces ayudado por los elementos suministrados anteriormente por los aliados, algunas de estas siempre incluyen derrotar o asimilar a una contrafigura, según Campbell, esta prueba simboliza destruir el ego y abrazar el opuesto.
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El encuentro con la diosa: Cuando todos los desafíos han sido superados, tiene lugar el matrimonio místico del alma del héroe con la diosa, reina del mundo, que le otorga al héroe el don del amor fati, o sea, el amor al destino, aceptar lo que la vida le depare, bueno o malo, esta es una expresión claramente simbólica: sea héroe o heroína, significa unirse a una fuerza inmortal.
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La mujer como tentadora: hace referencia a las tentaciones que el héroe deberá resistir para poner a prueba su transformación espiritual, este papel no necesariamente está vinculado a una figura femenina, es claramente una metáfora para cualquier elemento del relato que ejerza una tentación para separar al héroe o a la heroína de su abrazo con la diosa.
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La reconciliación con el padre: es una alegoría enorme, que resumen, en la mayoría de las mitologías, el poder y la gracia del padre, de Dios, son proporcionales a su ira y su imparcialidad para imponer justicia por medio de penas terribles, esto forma parte de una figura arquetípica doble: la del dios padre implacable y la diosa madre protectora, que como cualquier figura arquetípica tiene su eco en lo psicológico.
la reconciliación con el padre simboliza cómo el héroe, luego de su evolución, ha sido capaz de dejar atrás los traumas infantiles, ya no hay una madre protectora y un padre terrible; ahora el héroe puede vislumbrar que el padre y la madre se reflejan el uno en el otro y en esencia son lo mismo, entonces, el madurar lo suficiente para comprender que todas las tragedias del mundo están justificadas de alguna manera por los misterios de la propia existencia hacen que el héroe pueda contemplar el rostro del padre, y así, ambos se habrán reconciliado.
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La apoteosis: el clímax, muy similar al cruce del umbral o a la panza de la ballena, ya que generalmente se representa como una especie de muerte del héroe o la heroína y su posterior renacimiento. Pero aquí la muerte ya no es la representación de un proceso doloroso de aprendizaje, sino el punto culminante de una evolución metafísica, el héroe bebe de la inmortalidad y escucha la música silenciosa, puede ver no sólo lo eterno que hay en él, sino que él mismo es eterno.
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La bendición final: también llamada la última gracia, es la obtención de lo que motivó el viaje del héroe, puede representarse con la fuente universal, la cornucopia, el elixir o distintos motivos, ya que la gracia otorgada al héroe o a la heroína siempre se escala a la importancia de su gesta, a lo sacrificado y a la naturaleza de su necesidad.
Tercera parte: El retorno
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La negativa a regresar: Cuando la búsqueda ya se ha cumplido, el aventurero aún debe regresar con su trofeo transmutador de vida al reino de los humanos, sin embargo, la responsabilidad de volver al mundo ordinario y, a la vez, de ser correspondiente con lo que se aprendió parece ser una carga muy pesada.
Por eso, en los mitos siempre hay algo que ata al héroe a la tierra: la familia, una promesa, una tarea pendiente, el encuentro con sus súbditos o con sus reyes, etcétera. Pero para que el círculo sea perfecto, el héroe debe regresar al punto de partida, porque debe imitar al modelo perfecto de los ciclos vitales, al modelo universal cíclico.
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El vuelo mágico: es la partida del reino simbólico con la bendición de los dioses, y en caso de haber tomado el trofeo en contra de la voluntad de los guardianes, una rápida huida.
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El rescate del exterior: El héroe puede ser ayudado en su regreso por fuerzas externas, ya que el regreso en algunos mitos es tan peligroso como la ida, como por ejemplo en la Odisea, ese rescate representa psicológicamente que, aunque la conciencia del aventurero haya sucumbido, el inconsciente le prestará su equilibrio propio.
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El cruce del umbral de retorno: representa la última crisis que tiene que afrontar el héroe, o por lo menos en esta aventura, porque cruzar ese umbral lo obligará a enfrentar los asuntos terrenales, los dolores y la desilusión una vez más. ¿Será capaz de utilizar lo aprendido? Y todavía más importante, ¿Cómo podrá compartir con la gente ese trofeo indescriptible, inexplicable?
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El maestro de los dos mundos: El héroe descubre que la libertad de pasar de un lado a otro, no contaminando los principios de ninguno de los dos mundos, es el talento del maestro, lo que significa encontrar un equilibrio entre lo material y lo espiritual, y conservarse entero tanto en el mundo exterior como en el mundo interior.
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La libertad para vivir: Si el héroe o la heroína fueron capaces de volver al punto de partida con el trofeo, ahora conocen la verdadera forma de las cosas, o, mejor dicho, la regla que les da forma, como también le dio forma a su viaje, nada perece, sino que cambia de forma, este conocimiento profundo, que es más una sensación que un saber, le ha permitido renunciar por completo a toda limitación personal, esperanzas como miedos. El héroe ahora vive en el presente eterno, sin temer el futuro ni lamentar el pasado y así por fin concluye su viaje.
CONCLUSIONES
la historia del viaje del héroe implica renunciar a la zona de confort, al mundo ordinario y comenzar la aventura, llegar a algún tipo de realización simbólica y luego regresar al campo de la vida normal y, si es posible, compartir lo aprendido.
Desafortunadamente, según describe Campbell, muchos rechazan la llamada. Sucumben al miedo, a las expectativas y a las etiquetas que otros les imponen, así, se limitan a llevar vidas mundanas, a abandonar sus sueños y existen como no entidades.
También hay muchos que, sin saberlo, se encuentran ahora mismo transitando el viaje del héroe, dirigiéndose al reino inhóspito, a enfrentarse con los peligros y la oscuridad, ayudados por aliados que antes que ellos tuvieron la oportunidad de renacer a una nueva existencia despierta.
Lo que hace que el viaje sea peligroso no son los monstruos, sino algo mucho más aterrador: la experiencia de tener que reinterpretar todo lo que se daba por establecido e inamovible, se está cruzando un umbral, y ya no hay vuelta atrás. Por eso es tan difícil de hacer, y por eso tan pocas personas eligen tomar la píldora roja y hacerlo.
Campbell asegura que, si el héroe sobrevive, la vida cobra otro sentido, y que de inmediato encuentra y reconoce a otros compañeros de viaje, a otros sobrevivientes, identificándose porque han estado en un lugar tan diferente que ya no pueden ver el mundo de la misma manera, aunque vale hacer la advertencia: que el mundo tampoco nunca más los verá de la misma manera.
En definitiva, El héroe de las mil caras de Campbell, muy lejos del ámbito de la biografía tradicional, da a entender que el mito clásico del héroe o la heroína encierra un mensaje secreto que habla de un proceso de iniciación en los misterios de la vida, de un camino filosófico y psicológico de transformación de debilidades y derrotas en autoconocimiento.