La herida


“Di quien eres, dilo de verdad en tu vida y en tu trabajo, dile a alguien que está perdido ahí fuera, alguien que aún no ha nacido, alguien que nacerá en 500 años, tus escritos serán un registro de tu tiempo, no se puede evitar, pero lo más importante es que si eres con honesto con respecto a quién eres, ayudarás a esa persona a estar menos sola en su mundo, porque te reconocerá en él o ella y eso les dará esperanza y a mi me la ha dado, y tengo que seguir redescubriendo su vital importancia.”

-Charlie Kaufman

Los sueños


Los sueños son una conversación privada con nosotros mismos, una historia franca y sin censura, quizá es por esto por lo que los guiones de Charlie Kaufman siempre parecen poseer esa cualidad onírica esa tendencia al absurdo, todas estas capas narrativas que construyen sus películas no son un mero espectáculo baladí, sino la aproximación más sincera que se puede hacer a la herida, los sueños son la verdadera realidad, la que carece de filtros y de máscaras, el verdadero espacio de la desnudez, no se trata de ofuscar la verdad o aumentar el espectáculo con capas oníricas como hacen otros directores con mucha pretenciosidad y nada que decir, sino de revelar la como el absurdo incomprensible que es la experiencia humana, hay que atreverse a estar desnudo cuando se escribe, hay que quitarse primero la ropa, después librarse de la piel, dejarla plegada en una esquina y convertirse en un esqueleto frente a la página, para mi es fácil decir esto y fácil escribirlo pero rara vez soy capaz de hacerlo, es los normal, porque nos han enseñado a vendernos, a relacionarnos entre nosotros como si fuéramos productos manufacturados, hacemos como que todo va bien solo para seguir avanzando viviendo por inercia y nos sentimos raros y nos sentimos solos y anhelamos que alguien nos reconozca, incluso con nuestra herida, y de eso, de eso no es nada fácil escribir.

Conclusión


Escribir como Charlie Kaufman es imposible y por más que lo admire, él mismo me dice que no puede enseñarme, porque mi tarea y la tarea de cualquiera que quiera dedicarse al arte está encontrar la forma de aquella herida que debemos atrevernos a mostrar al mundo y eso ni es fácil ni parece una gran victoria, pero es lo que hace grande al arte, lo que lo hace perdurar, di quién, eres el otro lado puede haber alguien escuchando.

-Quetzal