Antigua tradición secreta #5 - OCULTISMO ISLAMICO


La influencia de la tradición secreta tambiém se manifestó en ciertas corrientes musulmanas.

NOCIONES BASICAS DEL ISLAM, RAMAS


A mediados del siglo séptimo los enfrentamientos entre los seguidores de los distintos sucesores del profeta Mahoma, crearon un gran cisma en el islam, por un lado, los islamitas ortodoxos, conocidos con el nombre de sunitas, fervientes defensores del califa Abu Bakr y por el otro, los chiítas, que reclamaban el califato para Alí Ibn Abi Tálib, el esposo de Fátima la luminosa, la hija del profeta Mahoma

Esta profunda división en la comunidad musulmana terminó en un enfrentamiento abierto, donde los chiítas terminaron perdiendo, Alí finalmente fue asesinado y sus hijos los nietos de Mahoma corrieron suertes similares, su hijo mayor Hasan fue envenenado en medina, su hijo menor Husain cayó en la batalla de Kerbala, una de las batallas más brutales, desiguales y a la vez heroicas de todos los tiempos y su hija Zainab fue asesinada mientras será extraditada desde Egipto.

Las muertes de Hasan y Husain de hecho siguen siendo lloradas anualmente por los chiítas durante el muharram.

A su vez los chiítas también se subdividieron sobre la cuestión de los sucesores de Alí, esta vez en cuatro facciones, la cuarta de las cuales se dividió en dos sectas, ambas mantuvieron su lealtad a los descendientes de Alí hasta Ŷá‘far al-Sádiq.

Pero mientras que un partido conocido como los imamíes apoyó la línea de sucesión a través de su hijo menor Musa, los otros apoyaron a el hijo mayor Ismail, por lo que fueron llamados Ismailitas, siendo esta una corriente muy especial, ya que hasta el momento a pesar de sus divisiones ninguna rama se había desviado nunca de las doctrinas fundamentales del islamismo, pero los ismaelitas abrazaban un concepto muy distinto.

ISMAILITAS


Los ismailitas creían que el Corán no era únicamente un mensaje literal o exotérico, sino que su verdadero valor consistía en ser un mensaje cifrado o esotérico, que encerraba conocimientos secretos que sólo podían ser interpretados por iniciados en ciertos misterios, este mensaje encriptado a su vez era una metáfora de un tercer mensaje todavía más oculto y así sucesivamente hasta un determinado número de capas, esta escalera del cielo tenía 7 niveles y cuyo último nivel sólo era conocido por dios.

A su vez varias sub corrientes ismailitas abrazaban un concepto muy especial y es que consideraban que cualquier creyente iniciado puede ser su propio intérprete del mensaje divino, también creen que los números tienen significados religiosos, el número 7 juega un papel principal en su teología, incluyendo las especulaciones místicas acerca la existencia de siete cielos, siete continentes, siete orificios en el cráneo, siete días en la semana, etcétera.

A la cuestión de la familiaridad de estos conceptos, según los expertos, los ismaelitas habrían adquirido estas características de creencias preexistentes, muy presentes en el ocultismo oriental de la época y la zona, principalmente de ciertas herejías surgidas del zoroastrismo y de la filosofía neoplatónica, es importante saber que cuando el cristianismo toma control de Alejandría, los herméticos, cabalistas, neopitagóricos, neoplatónicos y alquimistas corrieron a refugiarse en territorios musulmanes para salvar sus vidas.

A los imanes ismaelitas en el islam, se les llama imanes a los líderes religiosos, tenían un carácter bastante peculiar, eran considerados hombres iluminados y elegidos por dios para liderar a la humanidad en todos los aspectos de la vida, creyendo también que todos los imanes escogidos estaban libres de cometer pecado alguno, una impecabilidad llamada “imamah” estos líderes debían ser obedecidos cualesquiera fuesen sus designios, porque habían sido designados por dios y como los imanes ismaelitas fueron intensamente perseguidos por el califato sunita de Bagdad para ser encarcelados o asesinados, estos imanes tomarían la costumbre de ocultarse, de vivir en secreto y de transitar por las sombras.

Al desconocerse la verdadera identidad del imán este adquiría una dimensión todavía más misteriosa, siendo venerado en secreto por sus seguidores, se podía decir que era algo similar a un “gran hierofante”

MUHAMMAD IBN ISMAIL, LOS BATINIYYA


Pero aproximadamente en el año 762 un imán de extraordinaria influencia logró liderar el movimiento, este hombre era Muhammad Ibn Ismail, aunque no se sabe bien si éste era su verdadero nombre ya que al ser fuertemente perseguido tuvo infinidad de alias, pero si se sabe que fue el hijo de un médico y alquimista del sur de medina que también supo ser un imán ismailita, Ismail Ibn Jafar y aunque era profundamente versado en todas las religiones fue criado desde pequeño en la filosofía del dualismo gnóstico, al profesar la adhesión al credo chiíta ortodoxo y también proclamar el conocimiento de las doctrinas místicas secretas de los ismailíes, Muhammad logró colocarse a la cabeza de los ismailíes a la muerte de su padre cuando sólo tenía 22 años.

Se suele decir que su defensa del ismailismo era una máscara y que su verdadero objetivo era el misticismo gnóstico aplicado al islam, al que convertiría en un sistema independiente, mediante la fundación de una secta conocida como los “Batiniyya”, la cual contaba con siete grados de iniciación y que, por supuesto todavía existe, aunque es muy poco lo que se sabe de ellos ya que cuando los musulmanes hacen algo secreto, verdaderamente es secreto.

A pesar de esto, Reinhart Dozy, una arabista y ocultista de los países bajos del siglo XIX, tuvo la oportunidad de entrar en contacto con ellos y los describió de la siguiente manera

“aquella era una vasta sociedad secreta con muchos grados de iniciación, sus miembros contrariamente a lo que uno podría imaginar, eran libres pensadores que consideraban a la religión sólo como un freno para el pueblo, eran muy tolerantes con iniciados en misterios similares y trabajaban pacientemente para construir un partido, numeroso, compacto y disciplinado, que a su debido tiempo llevaría al trono no a sí mismo sino a sus descendientes tal era el objetivo general de los “Batiniyya” una concepción extraordinaria que trabajo con un tacto maravilloso, una habilidad incomparable y un profundo conocimiento del corazón humano, los medios que adoptaron fueron ideados con astucia casi diabólica, fue no entre los chiítas que buscaron a sus partidarios, sino entre los Geber (ismailitas nazaríes) los maniqueos, los paganos de Harrán, los estudiantes de filosofía griega y hasta los sunitas, sólo en sus iniciados avanzados confiaban para desplegar gradualmente el misterio final y revelar que los imanes tradicionales y las religiones de las masas no eran más que una impostura y un absurdo, siempre aclarando que el resto de la humanidad era incapaz de entender esas doctrinas, pero para lograr sus fines, de ninguna manera desdeñaban su ayuda, por el contrario, la solicitaban pero se cuidaban de iniciar almas devotas y humildes sólo hasta los primeros grados de la secta, sus misioneros estaban entrenados en que su primer deber era ocultar sus verdaderos sentimientos y adaptarse a las opiniones de sus auditores, éstos adoptaban variadas apariencias y hablaban de distintas formas según a quien tuvieran enfrente, se ganaban a los más ignorantes y más vulgares contando hazañas legendarias o milagros o excitando su imaginación, en presencia de los devotos asumían una máscara de virtud y piedad y con los místicos intentaban ser más místicos, desplegando los significados ocultos de ciertas cuestiones o explicando el sentido figurativo de tal o cual alegoría, utilizando estos medios lograron que una multitud de hombres de diversas creencias trabajaran juntos para un objetivo común, un objetivo que sólo unos pocos de ellos llegarían a conocer”

DINASTIA FATIMITA


El sistema de los ismailitas trajo consigo una serie de eventos muy relevantes para aquellos tiempos y de los que todavía hoy se escuchan ecos, los Batiniyya no fue su única su rama, había otras muy importantes cuyos conocimientos secretos no serían otros que la antigua tradición secreta.

Abu Muhammad Ubayd: Otra de sus corrientes más importantes y quizás la que llegó a ser más poderosa fue la de los fatimitas, el fundador de la dinastía de los califas fatimíes fue Abu Muhammad Ubayd, un imán ismailita que se autoproclamó Mahdi, título que significa “el guía” tiene un significado escatológico muy profundo, corresponde a una figura que supuestamente guiará a la humanidad en sus últimos días.

Para estos cultos todo el misticismo relacionado con el apocalipsis es de vital importancia, más precisamente en el cristianismo y el judaísmo bastante bien delimitado dentro del movimiento milenarista.

Entonces Abu, tras cambiar su nombre a Abdullah al-Mahdi Billah, aseguró que además era descendiente de Fátima la luminosa y por ende de Mahoma, esto como le hizo tener que huir de oriente próximo y refugiarse en el noroeste africano, en magreb más precisamente, estando ahí su exitosa predicación entre los bereberes, lo llevó a una popularidad e influencia tal que se proclamaría Khalifa en el año 909, creando así el califato fatimita, reclamando ser la descendencia de Fátima y que sería el primer y único califato no sólo chiíta, sino específicamente ismailita, un califato que en su momento de mayor apogeo llegaría a controlar casi todo el norte de áfrica, incluido Egipto más Sudán, Sicilia y el levante mediterráneo

Decenas de décadas de trabajo en las sombras al fin rendían frutos, poco a poco el califato iría expandiendo su área de poder a todo el norte africano, especialmente sobre Egipto.

Ma’ad al-Mu’izz: Bajo el mandato del cuarto califa de esta dinastía, Ma’ad al-Mu’izz, se fundaría la futura capital en el 972 sobre los restos de unas ruinas romanas junto al Nilo, unos pocos kilómetros al sur de Heliópolis, que había sabido ser una de las capitales del conocimiento secreto de la antigüedad, esta ciudad se llamaría al qahira, la triunfante, hoy la conocemos con el nombre de el Cairo, en esta ciudad se instituyeron cuatro asambleas quincenales que incluía tanto a hombres como a mujeres, algo que en el islamismo ortodoxo de aquella época sería algo así como una locura total, estas asambleas serían conocidas como sociedades de sabiduría.

En el año 1004 éstas adquirieron una mayor importancia por la fundación del Dar al-Hikmah, o la casa del conocimiento, por el sexto califa de esta dinastía, Hakim un califa que luego de su muerte fue elevado al nivel de deidad y que inclusive hoy en día todavía es adorado por los drusos.

SOCIEDAD SECRETA DE LOS FATIMITAS


Bajo la dirección del Dar al-Hikmah, que se podría imaginar como si fuera la gran logia del Cairo, los fatimitas continuaron el formato de sociedad secreta de Muhammad Ibn Ismail, con la adición de dos grados más, haciendo nueve en total su método de alistamiento proselitista y sistema de iniciación fueron transcritos por el historiador del siglo XIV “know wairi¿?” y en una descripción que puede resumirse brevemente así:

al iniciado en primer grado se le explicaba que las doctrinas religiosas eran demasiado abstractas para la mente ordinaria, por lo que debían ser interpretadas por hombres que tenían un conocimiento especial en esas ciencias, el iniciado estaba obligado al secreto absoluto sobre las verdades que se le revelarían y también a pagar por adelantado por éstas.

En el segundo grado el iniciado era persuadido de que todos sus antiguos maestros estaban equivocados y de que debía confiar únicamente en aquellos imanes dotados de la autoridad de dios.

En el tercer grado se lo notificaba de que los únicos imanes verdaderos eran los ismailíes, que eran siete y que terminaban con Mohammad, el hijo de Ismail.

En el cuarto grado se le decía que los profetas que precedían a los imanes que descendían de Alí también eran siete en número, Adam, Noé, Abraham, Moisés, Jesús, el primer Mahoma y finalmente Mahoma hijo de Ismial, hasta el momento no se le decía nada al iniciado en contradicción con los principios del islamismo ortodoxo.

Pero en el quinto grado se comenzaba un nuevo proceso, ahora se le decía que rechazará las formas más tradicionales y que ignorará los preceptos de Mahoma ya que habían sido manipulados por hombres infieles.

En el sexto grado se le enseñaba que todas las celebraciones religiosas eran sólo emblemáticas y que de hecho todas esas cosas eran dispositivos para mantener a la manada subordinada y acostumbradas a la obediencia.

En el séptimo grado se le introducían las doctrinas del dualismo de una deidad mayor creadora de lo espiritual y una deidad menor creadora de lo material o sea se destruía la unidad de dios, que es una doctrina fundamental del islamismo.

En el octavo grado se expresaba, aunque con cierta vaguedad los atributos de la primera y mayor de estas deidades y se enseñaba que los profetas reales eran aquellos que se preocupaban por asuntos prácticos o sea instituciones políticas y formas de gobierno.

Finalmente en el noveno grado se revelaba que toda enseñanza religiosa era alegórica y que los preceptos religiosos sólo deben respetarse en la medida que sea necesario para mantener el orden, pero que el hombre que entiende la última verdad puede ignorar todas esas doctrinas por lo cual Abraham, Moisés, Jesús y los demás profetas fueron grandes maestros y filósofos pero hipotéticamente sólo habrían sido hombres que conocían la verdad final.

Toda creencia religiosa tradicional era destruida, si se analiza, vemos que en los últimos cuatro grados toda la enseñanza de los primeros cinco fue revertida, en las instrucciones de los maestros se describía todo tipo de artefactos para alistar proselitistas sin importar su etnia o credo, los judíos iban a ser ganados hablando mal de los cristianos, los cristianos hablando mal de los judíos y los musulmanes de igual forma, especialmente a los sunitas exaltando y refiriéndose con respeto a sus imanes y califas ortodoxos y sobre todo con cuidado de no contradecir las doctrinas de los prospectos, por estos medios se los predisponía para aceptar cualquier llamamiento.

Hakim, sexto califa fatimí y los drusos


Pero el Dar al-Hikmah  de el Cairo, la casa del conocimiento, se convertiría en el centro de un nuevo y extraordinario culto, Hakim el sexto califa fatimita y fundador de aquel centro, fue un gobernante que suele compararse con Calígula o Nerón, los historiadores tradicionales suelen llamarlo excéntrico, entre sus exóticas ocurrencias se puede mencionar que una vez mandó sacrificar a todos los perros de Egipto, otra vez prohibió pescar, comer y comerciar con peces que no tuvieran escamas, también obligó a todo el Cairo a trabajar de noche y dormir de día, en el año 1014 decreto que las mujeres no podían salir a la calle y ordenó a los zapateros no hacer más calzado para mujer, mató a cuanto tutor, visir, funcionario y maestro tuvo por mera diversión y cada tanto en tanto cuando se consideraba que era mal servido ordenaba cortar las manos a todas las esclavas del palacio, cosa que a veces hacia el mismo en persona, además de esto tenía especial aversión contra los cristianos y los judíos, para los cuales cruzarse con el califa en un mal día era casi una sentencia de muerte.

Cerca del final de su reinado fundó una secta que se conocería como los drusos, donde el califa debía ser convertido en el objeto de culto, Hakim que creía que la divinidad estaba encarnada en él, se proclamó una deidad y el culto sería establecido y manejado por uno de sus visires, un místico persa llamado Hamza ibn Ali.

Las crueldades de Hakim habían indignado tanto al pueblo de Egipto que un año más tarde fue asesinado por una banda de descontentos, liderada por su propia hermana, la cuestión es que después de matarlo se ocultó su cuerpo, circunstancia que dio a sus seguidores, los drusos la oportunidad de declarar que la divinidad simplemente se había desvanecido, asegurando que el objetivo de esto era poner a prueba la fe de los creyentes ya que reaparecería como él Mahdi y castigaría a los apóstatas.

Esta creencia se convertiría en la principal doctrina de los grupos del Líbano, su liturgia religiosa es tan secreta que verdaderamente es difícil encontrar información oficial o de fuentes creíbles ya que hasta la fuente que pueden considerarse más serias suelen contradecirse, su creencia secreta es ciertamente hermética.

Dentro de los datos que pueden asumirse como verdaderos podemos encontrar, que, como descendientes de los ismailíes, los drusos han abrazado la tradición secreta y en una de sus formas más antiguas, un tipo de adoración a la naturaleza muy similar al antiguo sabeísmo, declarando que dios, la razón universal, se manifiesta por una serie de avatares, encarnaciones de las cuales Hakim fue la última y que cuando el mal y la miseria aumenten, volverá a aparecer para conquistar el mundo y hacer de su religión el credo mundial.

También sabemos por manifestaciones de sus sabios, que creen en la reencarnación y en que los libros sagrados tienen significados esotéricos, los cuales abarcan tres capas de comprensión, la obvia o exotérica, la oculta o esotérica y lo oculto dentro de lo oculto.

Los drusos tienen la costumbre de celebrar reuniones, donde como en el Dar al-Hikmah tanto hombres como mujeres se reúnen y discuten cuestiones religiosas y políticas, los iniciados de nivel bajo si bien pueden argumentar no participan en la toma de decisiones, sobre las que únicamente tiene influencia el círculo interno de la orden, en el que sólo se admite personas con el título de sabio, entre estos miembros de alto nivel también poseen modos de reconocimiento, gestos, tocamientos palabras de pase y otros que a su vez deben utilizarse en determinado orden.

Oficial y públicamente ellos declaran que son una religión monoteísta, abrahámica influida por la filosofía de Platón, Pitágoras y Xenon, además de esto postulan públicamente siete preceptos morales como el núcleo de su fe, los cuales son políticamente muy correctos, quizás demasiado.

Otras sectas ismailitas relacionadas con la tradición secreta son los asesinos, lo imamies, los karmatas entre otros, dentro del esoterismo sinita estan los sufies