El Sufismo - Antigua Tradición Secreta #7
En todo oriente próximo desde la arabia preislámica hasta la edad de oro islámica y el período otomano, el pensamiento religioso se vio influenciado en mayor o menor medida por la antigua tradición secreta, manifestada a veces en la filosofía esotérica y los misterios de ciertas corrientes, creencias que ya en la época islámica se difundieron en pequeños círculos entre la élite científica y muchos príncipes, especialmente en las cortes omeya y abasí.
El origen de estos conocimientos secretos siempre parece ser el mismo en todas las creencias relacionadas con la tradición secreta, según el Corán, la magia y las ciencias ocultas fueron enseñadas a los habitantes de la antigua babilonia por dos ángeles caídos que descendieron ahí, Harut y Maru, en el versículo 102 del sura 2 se puede leer
“y sigan, en cambio lo que los malvados solían practicar durante el reinado de salomón, porque no fue él quien negó la verdad sino aquellos malvados que enseñaron la brujería a la gente, lo que ha descendido a través de los dos ángeles en Babilonia, Harut y Marut, pero ninguno de estos enseñó a nadie tales cosas sin decirles antes, no somos más que una tentación del mal, entonces no nieguen la verdad de dios y sin embargo algunos aprendieron de estos cómo crear discordia entre un hombre y su esposa, pero mientras no puedan dañar a nadie, salvo con el permiso de dios adquirieron un conocimiento que sólo perjudica a uno mismo y no los beneficia, aunque saben de hecho, que el que adquiera este conocimiento no tendrá parte en el bien de la vida por venir, porque de hecho, vil es ese arte por el cual se han vendido a sí mismos, si tan solo lo hubieran sabido”
En algunos de aquellos círculos el límite entre el mundo religioso y lo sobrenatural fue muy borroso en algunos momentos, esto se pudo observar con la aparición de ciertas sectas como los propios sufíes, mayoritariamente sunitas y también en las variadas sectas chiítas e ismailitas.
El sufismo en general es una corriente mística islámica, casi siempre práctica, en la que los devotos buscan encontrar las verdades divinas y el conocimiento a través de una experiencia personal y directa con dios, lo cual se puede interpretar como una especie de gnosis o de iluminación, consiste en una variedad de caminos místicos diseñados para determinar la naturaleza de distintas cuestiones.
El misticismo sunita en realidad se llama “Taṣawwuf” pero se ha denominado sufismo en las lenguas occidentales desde principios del siglo XIX, una palabra que deriva del término árabe para místico o aceta, sufí.
ETAPAS DEL SUFISMO
El sufismo tuvo varias etapas de crecimiento que de forma muy general se pueden dividir en tres períodos para su fácil comprensión, aunque verdaderamente es más complejo.
El primer periodo con la aparición de ascetismo temprano, del mismo tipo que sucedió anteriormente en algunos grupos precristianos como los esenios o algunas sectas gnósticas cristianas o mucho más adelante en algunos grupos como los cátaros
El segundo con el desarrollo de un misticismo clásico, esto incluye elementos comunes a todos los tipos de misticismo derivados de la antigua tradición secreta, como interpretaciones esotéricas de los textos sagrados por medio de distintas artes, revelaciones angelicales y por supuesto conceptos mesiánicos y escatológicos.
Tercero el surgimiento y la proliferación de las órdenes fraternales de místicos, los sufíes.
A pesar de estas etapas, siempre hay que tener en cuenta que el sufismo está muy relacionado en la experiencia mística individual por lo cual es sumamente heterogéneo y difícil de catalogar, los investigadores suelen coincidir que en sus inicios fue un método operativo de autorrealización espiritual, equivalente a la gnosis o a la iluminación, que fue desarrollándose lentamente en un sistema teosófica, por lo menos al principio, esto al adoptar tradiciones del neoplatonismo y el gnosticismo y por lo tanto indirectamente de la antigua tradición secreta mesopotámica, de la que descendían aquellas corrientes.
Un maestro que contribuyó a este desarrollo fue el persa Yahya Suhrawardi, ejecutado en 1191 en Alepo, a él se le atribuye la filosofía de la iluminación ya que afirmó unir las tradiciones zoroastrina persa y hermética egipcia, sus obras doctrinales en árabe enseñaban, entre otras cosas, una complicada angelología, la teúrgia siempre está presente en este tipo de corrientes, algunos de sus tratados en persa describen un hipotético viaje del alma a través del cosmos, según sus propias palabras el oriente es el mundo de las luces puras y los arcángeles el occidente es el de la oscuridad y la materia y los seres humanos viven en el exilio occidental, de hecho de esta rama es de donde se empieza a conocer la corriente sufí más ocultista, la doctrina Simiyya, la cual trata la vinculación de naturalezas superiores con el plano inferior, es decir el contacto con entidades, la teurgia.
HISTORIA
Se supone que las primeras apariciones del sufismo temprano tuvieron lugar en algunos pequeños círculos, supuestamente como una reacción contra la mundanidad del periodo omeya temprano, entre el 660 y el 750, a partir de su práctica de meditar constantemente en las palabras del Corán sobre el día del juicio final, estos primeros ascetas se hicieron conocidos por su escrupuloso cumplimiento de los mandamientos del Corán y la tradición, por muchos santos de piedad y especialmente por una novedosa predilección por las oraciones nocturnas.
RABIA AL-ADAWIYYA, SIGLO 8 Los historiadores y teólogos clásicos consideran que fue la introducción de un determinado elemento filosófico religioso lo que hizo evolucionar a aquel ascetismo en misticismo, la introducción de un elemento que los sufíes denominan amor, que se atribuye a Rabia al Adawiyya del siglo 8, una mujer de Basora que formuló por primera vez el ideal sufí de un amor por dios desinteresado, sin esperanza por el paraíso y sin miedo al infierno.
En las décadas posteriores a Rabia las tendencias místicas crecieron en todas partes del mundo islámico, está comprobado que esto fue en parte a través del intercambio de ideas con ermitaños cristianos, muchos de ellos obviamente gnósticos, los místicos de las primeras generaciones concentraron sus esfuerzos en el tawakkul, la confianza absoluta en dios, que se convertiría en uno de los conceptos centrales del sufismo.
AL-MUHASIBI, SIGLO IX: La escuela iraquí de sectas místicas se destacó por un estricto autocontrol y mucha perspicacia psicológica, esta fue iniciada por Al-Muḥāsibī a principios del siglo 9, quien creía que purgar el alma en preparación para la compañía de dios era el gran valor del ascetismo, sus enseñanzas fueron perfeccionadas por Junayd de Bagdad, a quien se remontan todas las corrientes posteriores de transmisión de la doctrina.
DHUL-NUN AL-MISRI, SIGLO IX: Por supuesto que también hubo una escuela egipcia de sufismo, la del nubio Dhul-Nun al-Misri, a principios del siglo 9.
AL-HALLAY, SIGLO X: Las primeras de las especulaciones teosófica basadas en ideas místicas sobre la naturaleza humana y la esencia del profeta Mahoma, como también la adopción de elementos helenísticos fueron producidas por sufíes como Al-Hallaŷ, también conocido como Al-Hallaj, quien fue ejecutado en el 922 en Bagdad como resultado de sus enseñanzas, este es un ejemplo de por qué en los primeros siglos el pensamiento sufí se transmitía en pequeños círculos internos, sin llegar claro al extremo de los imanes ocultos ismaelitas, pero sí que con un perfil muy bajo.
En el siglo 10 se consideró necesario escribir manuales sobre los principios del sufismo con el fin de calmar las crecientes sospechas de los ortodoxos, en estos compendios compuestos en árabe a finales del siglo 10 y en persa en el siglo 11 fue donde sus autores intentaron probar la compatibilidad con el islam ortodoxo, cabe señalar que muchos de los místicos pertenecían a escuelas de derecho islámico y teología de la época, situación casi calcada con la relación entre la cábala judía y el judaísmo ortodoxo.
El sufismo y la cábala por igual caen en dos corrientes generales, la teosófica y la extática, tanto los sufíes como los cabalistas atribuyen un significado exotérico y un significado esotérico a sus escrituras, pero para los místicos teosófica sean musulmanes o judíos la mente se concentra en la ejecución de los mandamientos religiosos de acuerdo con su comprensión sobrenatural, por el contrario el camino extático busca el refinamiento del alma y la intimidad con dios sin preocuparse demasiado por el dogma religioso más ortodoxo, los medios empleados por sufíes extáticos y los cabalistas extáticos son a menudo muy parecidos, la inmersión ritual en la repetición de los nombres de dios, algunas veces acompañados de música y esfuerzos físicos.
AL-GHAZALI, SIGLO XI: La última gran figura en la línea del sufismo clásico fue un erudito persa llamado Al-Ghazali, quien a fines del siglo 11 escribió muchas obras en un trabajo integral que establecería un misticismo moderado contra las cada vez más crecientes tendencias extáticas, gracias a esto un poco más tarde las órdenes místicas, grupos fraternos que se centraban en las enseñanzas de un líder, comenzaron a salir a la superficie y a cristalizar, las sectas sufíes se volvían públicas.
IBN AL-ARABI, SIGLO XIII: En el siglo 13, aunque eclipsada por la invasión de los mongoles en las tierras orientales y el fin del califato abasí, fue también la edad de oro del sufismo, el ibérico Ibn Al-arabi, creó un sistema teosófico integral, que se convertiría en la piedra angular de la teoría sofista de la unidad del ser, según esta teoría toda existencia es una manifestación de una realidad divina subyacente, este maestro conocido como ‘el vivificador de la religión” y también como “el más grande de los maestros” y cuya obra es netamente gnóstica, estuvo muy influenciado por elementos tales como la astrología el aristotelismo y el neoplatonismo.
La teosofía de Al-Arabi ha sido atacada por los musulmanes ortodoxos y muchos de los místicos de la escuela sufí más sobria, por ser incongruente con el islam, diciendo que un sistema completamente monista no puede tomar en serio la validez objetiva de las normas morales del islam, a pesar de esto innumerables místicos y poetas sufíes siguieron propagando sus ideas.
YALAL RUMI, SIGLO XIII: otro gran iniciado en los misterios del sufismo en el siglo 13, fue el poeta persa Yalal Rumi, cuya obra fue para los sufíes de lectura persa, la segunda en importancia sólo después del Corán, que gira alrededor de un enfoque místico en el que cada uno puede encontrar sus propias ideas religiosas, Rumi por ejemplo, inspiró la organización de los derviches giratorios, que buscaban el éxtasis a través de un elaborado ritual de baile.
La obediencia estricta a la ley religiosa y la imitación del profeta eran básicas para la mayoría de las sectas sufíes de esa época, mediante la introspección y el esfuerzo mental el místico trataba de purificar su yo más bajo, incluso de los más pequeños signos de egoísmo, poco sueño, poca charla y poca comida era un dicho muy habitual entre ellos, el ayuno era una de sus prácticas más importantes.
Generalmente, el camino del místico comenzaba con el arrepentimiento, entonces un maestro sufí aceptaba al buscador como discípulo y le ordenaba que siguiera estrictas prácticas ascéticas y le sugería ciertas formas para la meditación, un refrán decía que el discípulo debía estar en manos del maestro como un cadáver en manos de su lavadora, el maestro le enseñaba el esfuerzo constante o la lucha contra el alma inferior, lo que se conoció como la guerra santa, a menudo representada como un perro negro que sin embargo no debía ser eliminado, sino simplemente domesticado y utilizado.
El neófito transitaba por una serie de estaciones espirituales, que se describen en una secuencia variable y que comprendían la abstinencia, la renuncia y la pobreza, razón por la cual el místico a menudo era llamado como faqir o derviche, que significa pobre, la paciencia y la gratitud pertenecían a las esferas superiores del camino y la estación del consentimiento represa la aceptación amorosa de toda pena, dolor o aflicción.
En su camino hacia la iluminación el místico sufriría estados espirituales tan cambiantes como la felicidad, la expansión espiritual, el miedo, la esperanza, etcétera, que se suponían concedidos por dios y duraban periodos de tiempo más o menos cortos, cambiando de intensidad de acuerdo con la estación en la que el místico transitaba, el camino culminaba en el “marifa” el conocimiento interior, la gnosis.
Uno de los medios utilizados en el camino era una oración ritual que consistía en la repetición de uno o todos los nombres de dios, también el rosario con 99 o 33 cuentas ya estaba en uso desde el siglo 8, para contar las miles de repeticiones, solía decirse que la verdad divina a veces se revelaba el místico en visiones, audiciones, colores y sueños, pero para transmitir esas experiencias no racionales a otros el místico tenía que confiar en la no lo he mundana, que no era completamente acertada.
La vida mística se restringió primero a la relación entre un maestro y unos pocos discípulos, los cimientos del sistema monástico persa, que incluía fuertes influencias de las sectas caldeas, pero las órdenes o fraternidades sufíes propiamente dicho, entraron en existencia sólo a partir del siglo 12 en adelante, Abdul Qadir Gilani reunió la primera y más importante alrededor de sí mismo, luego siguió el Suhrawardiyya y en el siglo 13 se dio la formación de un gran número de diferentes órdenes por el este, por ejemplo la Kubrawiya y la Shādhiliyya.
A partir de esta época se elaboró un ritual estricto, cuando el adepto había encontrado un maestro por el que tenía afinidad, había una ceremonia de iniciación en la que juraba lealtad en la mano del maestro, las similitudes con las iniciaciones del ismailismo y otros gremios también, sugieren una posible interacción, el discípulo se sometía a un entrenamiento severo, a menudo se le ordenaba a realizar el trabajo más bajo en la comunidad, servir a los hermanos o inclusive salir a mendigar, eran todas experiencias necesarias, un periodo de reclusión de 40 días en condiciones muy duras era común para los adeptos en la mayoría de las órdenes, la investidura con la Khirqa, el manto iniciático, era el acto decisivo por el cual el discípulo se convertía en parte de la cadena de sucesión mística que conducía de vuelta al pro, feta mismo.
Algunos líderes sufíes afirmaron haber recibido su Khirqa directamente de Al-Khiḍr, un wali, un misterioso santo inmortal, el discípulo más maduro era investido como sucesor del maestro y a menudo era enviado al extranjero para extender las actividades de la orden, las relaciones con los gobernantes variaban, algunos maestros rechazaban los contactos con los representantes del poder político mientras que a otros no les importaba establecer relaciones amistosas con los mandatarios.
Cada orden tenía peculiaridades en su ritual, la mayoría comenzaba la instrucción rompiendo el alma inferior, otros enfatizaban en la purificación del espíritu por medio de la oración constante o por el discurso con el maestro, las formas de oración variaban según la orden, las de corte más extático utilizaban la palabra del profeta o las procesiones a veces acompañadas de movimientos rítmicos del cuerpo o también por el control de la respiración, los derviches giratorios son famosos por su ritual de baile, una variación organizada de distintas prácticas anteriores que se limitaban a la música y la poesía.
También los Rifa’iyya a veces llamados derviches aullantes, se hicieron conocidos por su práctica de lastimarse a sí mismos mientras se encontraban en un estado de éxtasis en el que realizaban sus oraciones entre aullidos de dolor.
Finalmente, los ideales básicos del sufismo impregnaron todo el mundo del islam y sus fronteras, como por ejemplo la india, donde los sufíes contribuyeron en gran medida a dar forma a la sociedad islámica en ese lugar, más tarde algunos de los sufíes en la india se acercaron al misticismo hindú por su énfasis en la idea de la unicidad divina, una corriente que llegó casi hasta el monismo ya que las analogías, resultado de las raíces en común con la antigua tradición secreta, hacían a ambas corrientes sumamente compatibles, este movimiento en particular fue emprendido por la orden mística Naqshbandiyya, una fraternidad de Asia central fundada en el siglo 14, esta orden defendió la llamada unidad de visión, una experiencia subjetiva de unidad que ocurre sólo en la mente del creyente y no como una experiencia colectiva objetiva.
En las partes árabes del mundo islámico sólo unos pocos autores sufíes interesantes se encontraron después del siglo 16, entre ellos A****l-Shaʿrānī en Egipto y el prolífico escritor Al-Nabulsi en siria.
Turquía también produjo algunos poetas místicos finos en los siglos 17 y 18 pero a pesar de esto la influencia de las órdenes místicas nunca retrocedió, más bien siguieron creándose nuevas órdenes inclusive hasta el día de hoy, es por esto que muchos líderes políticos y sociales de los países islámicos a menudo se han opuesto al sufismo, porque generalmente lo han considerado retrógrado, argumentando que obstaculizan el desarrollo de la sociedad y la modernidad en general, así por ejemplo las órdenes y logias derviches en Turquía fueron cerradas por Mustafa Kemal Atatürk en 1925.
El sufismo ha sido tan importante que ha influenciado de gran manera a dar forma a muchas partes de la sociedad musulmana a pesar de esto los ortodoxos no están de acuerdo con muchos aspectos de sufismo, tales como el culto a los santos, la visita de tumbas, las representaciones musicales, la falsificación de milagros, la degeneración en malabarismos y danzas y sobre todo la adaptación de costumbres preislámicas y o anti islámicas, los reformadores también se oponen a la forma de interpretación monista del islam sobre la vida moral y las actividades humanas.
La industrialización y la vida moderna han llevado a una disminución constante en la influencia de las órdenes sufíes en muchos países, es por esto que la herencia espiritual sufí es preservada por individuos que a veces tratan de mostrar que la experiencia mística se ajusta a la ciencia moderna e inclusive hoy en día en occidente algunas técnicas y rituales del sufismo se han hecho bastante populares entre algunos teosofistas y seguidores de la new age, dando forma a una especie de sufismo híbrido.


