El tema de los colores es bastante complejo, sobre todo por lo amplio, ya que más allá de ciertas generalidades su simbología y uso varía según la corriente, logia, o escuela, pero a pesar de ello hay conceptos comunes.
7 COLORES PRIMARIOS
En 1667 Isaac newton descubrió que la luz solar se descomponía en siete colores cuando un rayo de luz atravesaba un prisma en un recinto oscuro, en realidad y a pesar de lo que el ojo humano percibe del espectro visible, no son sólo siete colores, hay un gradiente continuo de estos, son miles o por lo menos cientos, pero se supone que la idea de siete colores permite su mejor comprensión o una simplificación esquemática, o esa es la versión popular.
En realidad hay otra verdad y es que el 7 es un número muy especial, que no mágico, porque en los misterios, todos los números son mágicos, pero el tema es que los astrónomos de la antigüedad, con sus primitivos medios, observaron que entre todos los cuerpos celestes había siete de ellos que mantenían entre sí una posición relativa y aunque sus cálculos no fueron exactos se los concedió como los siete planetas clásicos, que tanta importancia adquieren en los cultos astrológicos de la antigüedad de los que devendrían los misterios esotéricos, mercurio venus marte júpiter y saturno además del sol y la luna claro.
Así es que los siete planetas clásicos serían representados de muchas formas, por ejemplo con los días, el lunes es el día de la luna, el martes el del dios martes, el miércoles el del dios mercurio o Hermes, el jueves de júpiter y el viernes de venus, el nombre del sábado proviene de la fiesta hebrea del shabat y curiosamente o no, el talmud babilónico se refiere a saturno como “sabetay”, la estrella del sábado y el domingo proviene de la palabra latina “dominus” el señor, en inglés tienen para estos dos últimos días palabras todavía más explícitas como saturday el día de saturno y sunday el día del sol el día del señor.

Entonces, de aquellos siete planetas clásicos, la importancia e influencia del número siete, que se ha utilizado y se utiliza en muchos ámbitos de la vida, junto claro, con otros números preferidos, ya que todos los números simbolizan algo o mejor dicho para los ocultistas tienen determinado poder, hay muchos ejemplos en distintas culturas y religiones ya que todas tienen ancestros comunes, los siete dones del espíritu santo, los siete arcángeles, las siete plagas de Egipto, los siete pecados capitales, los siete sacramentos, los siete días de la creación del mundo, los siete palacios celestiales o esferas, los siete chakras, los siete metales al químicos, los siete mares, los siete arcontes, las siete notas musicales, las siete maravillas del mundo antiguo, los siete sabios de Grecia, las siete edades del hombre etcétera hay muchos ejemplos.
CONTEXTO DE NEWTON
Newton quien era rosacruz, alquimista, presidente de la real sociedad de ciencias de Londres, que era y es una orden esotérica de científicos y masón aunque todavía esta sociedad no había salido a la luz pública, entonces lógicamente sólo podía dividir a los colores del espectro o sea a los colores que formaban a la luz misma con todo lo que significa la luz, en un número y ese número era el siete y más porque sabía que en su experimento estaba reproduciendo artificialmente al arco iris, que tiene también un valor importantísimo en la filosofía oculta desde tiempos inmemoriales.

HISTORIA DEL ARCOIRIS
En la época de Gilgamesh, la historia más antigua escrita en el planeta tierra, el arcoíris se describía como el collar de joyas de la gran madre, la diosa Ishtar, para los griegos, el arcoíris era la diosa mensajera entre el cielo y la tierra, llamada iris, en el antiguo testamento el arcoíris fue creado por dios tras el diluvio universal como muestra de la voluntad divina y para recordarle a los hombres la promesa de que jamás volvería a destruir la tierra con un diluvio, para los vikingos el arco iris era un puente que unía a Midgard y Asgard o sea, el mundo de los hombres con el mundo de los dioses.
Resumiendo, en la mayoría de los casos, el arco iris representa una unión del cielo con la tierra y debido a esto colores del arco iris se han utilizado en variedad de sistemas esotéricos, un caso muy notorio es el arqueometro, que se supone encierra los 72 nombres de los ángeles o genios cabalísticos y se utiliza mayormente con fines oraculares, este presenta una escala de colores supuestamente análoga a la escala musical, a las fuerzas del sistema planetario, los números y el alfabeto hebreo, asirio ciriaco y caldeo, es decir, los colores del arcoíris, siempre, desde tiempos ya olvidados, han tenido un significado importantísimo en los misterios aunque claro puedan variar depende la corriente la cultura y la época, estos colores son rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo/añil/azul marino y violeta.

Simbolismo
Generalmente, teniendo en cuenta los usos generales y no los particulares de las distintas culturas y épocas, se le asignan los siguientes usos simbólicos:
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El rojo siempre se ha utilizado para representar la energía, la pasión, la ira, la confrontación, la lujuria, la venganza, es decir emociones exaltadas, marte es el planeta que gobierna el color rojo, por lo que se utiliza para incitar a incidentes, incendios, guerras etcétera, es muy utilizado para el fortalecimiento de la magia negra, el rojo es el elemento fuego, tanto el rojo como el blanco gobiernan el chakra base.
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El naranja simboliza la creatividad, el entusiasmo, la energía y la resistencia, es el color de los cambios, se suponía que el naranja ayudaba con la adaptabilidad, la estimulación, el entusiasmo, la creatividad, la energía tomar el control, cambiar de suerte y reclamar por justicia, el sol es el regente del color naranja y también pertenece al elemento fuego.
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El amarillo ha sido considerado a través de los tiempos como el color de la sabiduría y el intelecto, gobierna el chakra solar de la voluntad y es equiparado con el planeta mercurio, en la antigüedad era utilizado en las áreas de estudio o donde se realizaban actividades como la meditación, el amarillo pertenece al elemento aire y para los antiguos chinos simbolizaba la buena suerte y a menudo se lo asociaba con el oro.
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El verde ha sido tradicionalmente y a través del tiempo, considerado el color de la fertilidad, la salud, la curación y la comunicación con los espíritus de la naturaleza, venus rige sobre el color verde y es el color del chakra del corazón.
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EL color azul la referencia más antigua la encontramos en el antiguo imperio egipcio, donde se lo asociaba con el dios Amón, es el color de los océanos y de los cielos, contrariamente del color rojo, el azul evoca sentimientos de calma paz y tranquilidad, simboliza lealtad y confianza, se creía que el efecto que tenía el color azul sobre la psique humana lo convertía en un color perfecto para espacios donde hay que conseguir descanso y calma, los religiosos de diversas culturas apreciaron el color azul y lo vincularon con las ideas del ser superior y lo divino.
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El color índigo se considera esotéricamente el color de las habilidades psíquicas, la telepatía, la lectura mental, la comunicación con espíritus, etcétera, la luna es el regente del color índigo y pertenece al elemento del espíritu, el éter, es el color del tercer ojo, el sexto chakra junto con los colores plata y blanco.
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El violeta supo ser el color de la realeza o la nobleza los reyes y las reinas a menudo se representaban en su máxima expresión utilizando el color púrpura, ampliamente usado para reflejar sabiduría espiritual adivinación y trabajo psíquicos, un color del que siempre se ha creído en distintas escuelas, eficaz para lidiar con energías difíciles de manejar, Júpiter es el regente del color violeta y representa el chakra de la corona.
ARTE VERDADERO Y TEORIA DEL COLOR
Un ejemplo de la profundidad y magnitud que pueden tener los colores en el simbolismo esotérico es la historia de Philipp Otto Runge, quien es considerado como uno de los artistas más importantes del romanticismo alemán temprano, a pesar de que sus ideas artísticas no eran exclusivas de su tiempo, formuló toda una teoría mística espiritual distintiva para crear lo que él llamó el arte verdadero y trabajó toda su vida para poner en práctica estas ambiciones.
Uno de los aspectos centrales de lo que Runge denominó el arte verdadero, fue su teoría de los colores, publicada en 1810, que incluye no sólo la explicación del origen divino de los colores, sino también instrucciones para su aplicación de acuerdo con su teoría artística, la influencia del místico Jakob Böhme en la comprensión de Runge del arte fue total, como ocurrió con la mayoría de los exponentes del romanticismo alemán, sólo el enfoque esotérico puede conducir a la comprensión más profunda de su teoría de los colores, también muy influenciada por Newton y Goethe.
La visión espiritual de Runge sobre las bellas artes, originalmente se basó en la educación religiosa impartida por sus padres protestantes, pero durante su educación conoció ideas actuales como el as de Goethe o las teorías de los primeros románticos como Tiet y Novalis, estos primeros románticos propagaron una comprensión religiosa de las obras artísticas, sin embargo no reflejaban la religión de una manera tradicional sino desde la perspectiva mística y esotérica de Jakob Böhme, un cabalista cristiano alemán de principios del siglo 17 que posicionaba a dios como el creador o el origen de todas las cosas, pero sin embargo la creación originalmente espiritual se separó de dios y habría caído en la materia y a pesar de que se mantendría cautiva en un mundo físico, regido por principios dualistas, esta creación, supuestamente, todavía contendría una de su origen divino, recordando cuando pertenecía a la unidad original.
Por lo cual en esta visión mística, específicamente cabalística, aunque también gnóstica, recuperar esta unidad con dios dejando atrás el mundo de la materia sería el objeto principal de toda vida, la comprensión del ” Fiat lux ” que sería algo así como, la revelación de la luz o el que se haga la luz, tal como se describe en el libro del génesis, es un conocimiento oculto o esotérico fundamental y la clave más importante para completar este proceso, por lo tanto, no era sólo responsabilidad de las ciencias sino también de las artes llevar la creación a su salvación, el retorno a la llamada edad de oro.
A esta visión mística del arte fue a lo que Runge denominó arte verdadero, teniendo en cuenta esta cosmogonía esotérica no es de extrañar que el propio range señalará a Böhme como una influencia, así que tomando prestada la imagen del globo terráqueo de una edición de los escritos de Jakob Böhme, creo su esfera de color que ilustraba tanto su comprensión teórica como religiosa de los colores.

La esfera de color consta de 12 colores 3 colores primarios, azul, rojo y amarillo, tres colores mixtos, violeta, naranja y verde y seis colores intermedios.

El blanco y el negro se colocan en los dos polos, mientras que el blanco simbolizaba esotéricamente la luz y el bien el negro representaba el mal y la ausencia de la luz, la idea era que como el mundo material está basado en la dualidad y situado entre el bien y el mal, los colores se organizarían entre los extremos de la esfera de color, sin embargo, como se suponía que dios había dado colores a su creación para revelar el camino a la unidad original, los colores se podían tomar como referencias o indicaciones relacionar a Dios y a la luz, es decir, un contenido simbólico trascendental.

Debido a la caída de la creación en la materia, cuando el aspecto divino se encerró en el mundo dualista blanco y negro, sólo puede mostrar su origen divino a través de los colores y dado que el aspecto divino está atrapado en el mundo material, todos los seres permanecerán más cerca de una u otra de las fuerzas polares, pero nunca serán totalmente buenos o malvados ya que el color nunca alcanzará el brillo del blanco o la oscuridad del negro.
Esta condición es fundamental para la visión de Runge de la armonía de los colores, donde va a equiparar a la santísima trinidad con los colores primarios de su esfera, señalando que el azul indica al padre, el rojo simboliza al hijo y el amarillo al espíritu santo.

Con la ayuda de los cinco elementos originales, azul, rojo y amarillo, más blanco y negro y su aplicación específica el arte sería capaz de crear un mundo completamente nuevo según sus ideas y sobre todo el contenido alegórico que desea se manifestar, es decir, intento hacer lo que los pitagóricos hicieron con la música pero en el entorno plástico.
Su pintura “The Morning” es un claro ejemplo de que las ideas de Runge no eran mera teoría, en esta pintura ilustra tanto su perspectiva mística religiosa como su teoría de los colores, el contenido esotérico en esta pintura puede ser aplicado para interpretar a muchas otras y es un ejemplo muy claro de cómo se utilizan los colores en el simbolismo esotérico.

La pintura consta de dos partes separadas una interior y una exterior o marco, pero están conectadas entre sí, la sección interior está dominada por una figura femenina que lógicamente es interpretada como Venus, Sophia o María, aunque claro se le pueden dar infinidad de nombres, pero el concepto que representan es el mismo, mientras que el niño ha sido visto como Eros, Adan o Jesucristo aunque como en el caso anterior representa un concepto, no a un personaje en particular.
La pintura interior ilustra la edad de oro antes de la caída en la materia, la idea de la luz o el Fiat lux es fundamental para la pintura, la parte superior se mantiene en colores primarios transparentes, mientras que el primer plano ya muestra características no transparentes.
El eje central tanto del interior como de la imagen exterior es la luz y por lo tanto puede entenderse como dios y como su manifestación femenina Sophia, siendo el eje central de todo.
El reflejo obvio de la luz en el cuerpo del niño es una combinación de la luz interna y externa o sea del sol y del atisbo divino dentro del niño.
El marco ilustra la caída de la materia y la salvación de la naturaleza, en la parte inferior el sol es eclipsado y dos niños, un niño y una niña están huyendo y o surgiendo de este oscurecimiento, de esta caída, con expresión de desconcierto, dirigiéndose hacia otras dos figuras en las esquinas que están atrapadas bajo las raíces de una planta, mostrando el encierro en la materia y en la oscuridad, es importante afirmar que incluso en esta esquina oscura Runge no utiliza el negro, solo un marrón muy oscuro, esto se debe a que intenta mostrar que incluso en el lugar más oscuro, el mal no ha logrado apoderarse del mundo y que todavía hay esperanza de salvación, así la planta crece hacia arriba, hacia las esferas más sutiles y flor roja , color que según su teoría, eleva a los niños mientras ellos levantan los brazos, se puede ver como en su cabeza se refleja la luz de la pintura interior, la luz de Sophia.
En la parte superior del marco se pueden ver los lirios y los niños arrodillados sobre las flores, han perdido sus rasgos sexuales y tienen alas o sea se han elevado a la categoría de ángeles y se los notaba visiblemente regocijados y felices, se inclinan hacia el centro superior de la pintura interior.
Arriba de todos los rayos de luz rodeados de pequeñas cabezas se reflejan en un fondo azul.
CONCLUSIÓN DE LA PINTURA
En esta pintura el autor no sólo utiliza los colores para ilustrar conceptos místicos, gnóstico-cabalísticos, sino que también una amplia gama de símbolos alegóricos como flores, música, niños, la figura de la diosa y sobre todo el tipo de entidades que en las religiones judío cristianas se denominan como ángeles.
en esta pintura como en muchísimas otras de diversos autores, la mayoría de interpretaciones que ignoran este tipo de simbologías son víctimas de una comprensión limitada e insuficiente ya que como vieron su verdadero significado no sólo de las formas y las figuras como ya estamos habituados sino también de los colores está encriptado para que unos pocos, los instruidos en los misterios, sólo puedan entender y que encierran la verdadera intención del artista, sus ideas ocultas y la filosofía esotérica de las corrientes subterráneas.
El concepto ocultista del arte de Otto Runge continuó, especialmente en el arte de principios del siglo 19 al 20, aunque todavía se utiliza más de lo que los ojos no habituados se esperan, siempre centrándose en el origen del color, en su efecto estético, pero sobre todo en su significado oculto.
Recursos:
